Las precipitaciones solo alcanzaron el 35% de los registros habituales en este periodo del año
Collarada vista desde Jaca en la jornada de este viernes 2 de febrero. EL PIRINEO ARAGONÉS
El mes de enero en Jaca resultó cálido y seco, con una temperatura media mensual que se situó en los 6,3°, 2,3° por encima de la media de los valores normales (4°) recogidos en la serie histórica del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) en los últimos 54 años (de 1970 a 2023).
En el caso de las precipitaciones, estuvieron muy por debajo de las habituales para estas fechas. De los 74,2 l/m2 de media, se pasó a 26,3 l/m2, 47,9 l/m2 menos (35%) respecto a los valores acostumbrados.
La temperatura media máxima en enero alcanzó los 11,4 ° y la media mínima se situó en 1,3°, siendo la máxima absoluta de 21,3°, el día 28, y la mínima de -4,5°, el 12 de enero. Hubo 11 días de heladas, 10 despejados, 10 nubosos y 11 cubiertos.
Respecto al régimen de precipitaciones, la lluvia hizo aparición durante 10 días del mes, registrándose una única jornada de nieve, la del 10 de enero, cuando se midieron 5 cm de espesor. Además, hubo 3 días de rocío, 8 de escarcha y 6 de niebla.
“La borrasca Irene aportó las mayores precipitaciones sobre todo en los valles y montañas de cabecera”, explica Ramón Galindo, observador de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). “Candanchú registró 88 l/m2 los días 16 y 17, que fundió parte de la nieve caída y originó avenidas ordinarias en los ríos pirenaicos”, señala, detallando que el embalse de Yesa, a finales de enero, se encontraba al 94% de su capacidad.
A partir del día 22, se instaló en la península un potente anticiclón que bloqueó la entrada de borrascas y dejó un tiempo despejado y con temperaturas inusualmente altas, situación que se ha prolongado en lo que va de febrero.