50 AÑOS
Enero 1974
Trabajos para restaurar la cubierta de la Catedral de Jaca hace 50 años. EL PIRINEO ARAGONÉS
La catedral amenaza peligro de ruina. La nave central ha sido cerrada al culto: el obispo de Jaca y la dirección de Bellas Artes han tenido que adaptar un plan de urgencia para conjugar el peligro hasta que pueda ser realizada la restauración de la cubierta.
Se trata de un plan de emergencia, tomado sobre la marcha, al haber descubierto determinadas filtraciones que daban sobre el armazón, el cual por haberse desprendido de sus entregas descansa sobre la bóveda…
La capital de la Jacetania vive estos días con la preocupación de su catedral. Por algo la capital del primitivo reino de Aragón, sobre la ribera izquierda del río que dio su nombre a estas tierras fronterizas sabe del temor de lo que pudiera ser un siniestro irreparable.
Al hablar de Jaca casi inevitablemente es decir de la catedral, la primera construida en España. Estas losas puestas por los cristianos en el año 1063 pudieron ser fermento del arte románico. Que esta encrucijada mantenida por el caudillo Aznar con el título de conde de Aragón permitió la corte de Ramiro I como enclave del camino de Santiago, a la vez que de este pórtico peninsular tan sugestivo.
Origen de nuestro arte románico a la vez que sede episcopal y centro del condado pirenaico entre el Camino de Santiago y la antigua vía del Béarn en dirección a Zaragoza.
Encrucijada también de cruzados y mercaderes a lo largo del Ebro para doblar los Pirineos, continua con la recia posición de enclave que le deparó la historia adaptada a nuestro tiempo con el centro deportivo del que hemos hablado en varias ocasiones.
Según el informe técnico, si las escuadras externas del techo de la catedral presentan un buen aspecto, en cambio los apoyos están totalmente descompuestos. También se dice que algunos arcos de la nave central han cedido, abriéndose regatas muy considerables, a la vez que se encuentran grietas que afectan a varios puntos considerables para mantener el equilibrio.
La catedral como primer templo románico de España es de aspecto humilde. Pero el monumento viene a ser el más importante del Pirineo aragonés.
Muchas veces hemos oído decir de su construcción bajo el reinado de Ramiro I, cuando a mediados del siglo XI se introdujo el románico en España. Aquellas tres naves, el crucero y sus ábsides son cosas que siempre nos han llamado la atención. Lo mismo que los capiteles, verdaderas preciosidades escultóricas en las que lo bizantino y lo corintio se dan la mano. Y aquella cúpula erguida sobre el crucero soportada sobre las trompas abocinadas que nos dan acaso la clave más importante de todo el conjunto arquitectónico.
He visitado muchas catedrales. En cada una he podido encontrar aquellos detalles sorprendentes que causaron mayor impresión en mis recuerdos. Algunas casi me son familiares, a fuerza de mantener contacto con su ambiente.
Otras en cambio lograron abrirse camino por vías del sentimiento. Ya no se trata de su importancia histórica, su valor arquitectónico, las riquezas que encierra su tesoro, las laudas sepulcrales antiguas y representativas de reyes y caudillos, sino acaso de esos momentos que predisponen a las rápidas vivencias.
Es algo así como su famosa calle Mayor, que canta la jota valiente de la mocedad. Como la dilatada visión de su paisaje. La catedral de Jaca, en esta plaza recoleta y sencilla tiene el encanto de su emplazamiento. Cara a la Peña Oroel al fondo, que en las mañanas soleadas con la nieve y el cierzo que llega por el cauce del río Aragón, desde las alturas del Tobazo, tiene el encanto de su recinto pirenaico con todo ese legendario historial que nos dice el famoso Libro de La Cadena al hablarnos de una historia tan antigua. La que nos llega tan directamente al corazón en el mismo Ayuntamiento con las dos campanas que tiene en su zaguán, en las que reposan largos siglos de historia. Como en la Torre del Reloj.