«Así no avanza la Jaca montañera ni se establecen las bases para que los jóvenes, futuros deportistas y profesionales de la montaña, conozcan el medio natural, lo disfruten y puedan un día ser de ayuda a otras personas en la alta montaña»

Bernabé Aguirre y la concejal de Cultura, Andrea Vargas en la presentación de la última edición de las Jornadas de Montaña, en una imagen facilitada por el Ayuntamiento de Jaca.
Mi nombre es Bernabé Aguirre, y soy el creador de las Jornadas de Montaña Ciudad de Jaca, que inicié hace 21 años, a petición del entonces teniente de alcalde y amigo Juan Manuel Vila Borines, asturiano como yo. Llegué a Jaca en 1987, donde estuve destinado en el Centro de Adiestramiento Específico de Montaña (C.A.E.M.) como instructor de montaña y guía de alta montaña hasta 2013, año en que pasé a la reserva de la Guardia Civil. Con estos datos biográficos es fácil entender que mi vida ha sido y es la montaña, y la formación a personas de diferentes ámbitos que tienen que desarrollar distintas labores –en ocasiones en condiciones extremas– en la alta montaña.
Jaca forma parte de mi vida profesional y personal, y está en mi corazón de montañero y deportista, y esta es la razón fundamental por la que acepté el reto de fundar las jornadas de montaña de esta ciudad. Siendo completamente apolítico y jugando un papel técnico y humano como organizador, en todo momento respeté la gestión municipal y me ajusté a las condiciones establecidas desde el ayuntamiento, tanto a nivel presupuestario como de participación protocolaria en este evento.
En honor a la verdad, desde los inicios el presupuesto de las jornadas siempre ha sido modesto, pero es cierto que, como buen montañero, soy austero y responsable con todo lo público, y que mi vida en las montañas me ha permitido establecer lazos de amistad verdadera y perdurable con grandes personajes del mundo de la alta montaña, de prestigio nacional e internacional. Precisamente, esta circunstancia me ha permitido contar con una participación de gran calidad a nivel de conferencias, con muy pocos recursos, de los cuales nunca participe.
Honestamente pienso que una ciudad como Jaca, que debería estar entre una de las grandes capitales europeas de las actividades en alta montaña, tendría que cuidar mucho más su imagen en este sentido, y sacar un rendimiento estratégico como destino deportivo y turístico mucho mayor del que tiene. Y lo digo con conocimiento de causa y con orgullo de pertenencia a esta comunidad.
Ahora bien, todas estas pequeñas, y no tan pequeñas dificultades, nunca me hicieron desistir de mi proyecto, porque creía en él y sigo creyendo.
Pero he de manifestar que en 20 años no me había ocurrido lo que me sucedió este año con la nueva corporación municipal. En el mes de septiembre, día 12, se puso en contacto conmigo el responsable del Palacio de Congresos de Jaca, no la corporación municipal, siendo él mi único interlocutor durante todo el tiempo. El último contacto lo mantuve vía correo electrónico el día 28 de septiembre, quedando a la espera de una reunión con la concejal de Cultura, para pactar presupuesto y fechas fundamentalmente. No tuve contestación por parte de la corporación municipal, siendo el responsable del Palacio de Congresos, Jorge Mur, quien volvió a llamarme el 10 de noviembre, comentándome que pensaba se había puesto en contacto conmigo la concejala de Cultura; en ese momento, quedamos en reunirnos el día 17 de noviembre para darle la documentación que no pude entregar a la concejal (a menos de dos semanas) de la celebración de las jornadas, que tradicionalmente son en el puente de la Constitución. El día 20 de noviembre recibí una llamada del Palacio de Congresos de Jaca para comunicarme que no había presupuesto ni para el alojamiento ni la manutención (que se reducía a la cena de la noche de la conferencia) de los ponentes.
Me vi obligado, por tanto –en la confianza que me une a los conferenciantes– a pedirles que se buscaran alojamiento por su cuenta (puente de la Constitución en Jaca, cosa que hicieron ipso facto y con total voluntariedad), y a abonar de mi bolsillo su manutención (algo que también hice con sumo gusto).
Pero quiero decirle al alcalde de Jaca que ASÍ NO. Sobre todo, teniendo en cuenta que volcó en los medios de comunicación una serie de mentiras que son inaceptables: demora en ponerme en contacto con la corporación municipal, falta de interés, improvisación, aumento de presupuesto, etc. Mentiras que puedo rebatir una a una y que tengo las pruebas para hacerlo.
Quiero decirle al alcalde de Jaca, Carlos Serrano, que, desde la demagogia, la mentira y el absoluto desinterés no se defiende la Jaca montañera, no se defiende el prestigio ni la marca de Jaca en el ámbito de la alta montaña, y no se genera riqueza ni notoriedad en el ámbito deportivo y turístico.
Quiero decirle alcalde de Jaca, Carlos Serrano, que con generar falsas polémicas no tapa su ineptitud, al ni siquiera acudir ningún representante de dicha corporación, tanto a la inauguración como a la clausura de dichas jornadas, así como su falta de cariño y atención al mundo de la montaña, que es uno de los recursos más preciados y apreciados de esta ciudad.
Y quiero expresarle mi total desacuerdo con sus formas y su fondo en la cuestión que nos atañe. Para tratar estos asuntos, está el cara a cara y el ir con la verdad por delante, y con una actitud dialogante y positiva.
Eso sí, quiero dar las gracias al funcionario del Palacio de Congresos, Jorge Mur, que en todo momento mostró su buena disposición e hizo lo que estuvo en su mano, a sabiendas de que las decisiones definitivas las toma el estamento político, así como a todo el personal del Palacio y a Antonio Lecuona, por su colaboración de tantos años.
Y quiero dar las gracias a los ponentes y al público asistente, que han hecho posible un año más que las jornadas se hicieran realidad.
Me siento profundamente agradecido del cariño y la acogida que siempre me ha brindado esta ciudad, que para mí es una patria adoptiva y muy querida.
Pero ASÍ NO, señor Serrano. Así no avanza la Jaca montañera ni se establecen las bases para que los jóvenes, futuros deportistas y profesionales de la montaña, conozcan el medio natural, lo disfruten y puedan un día ser de ayuda a otras personas en la alta montaña.
Mi persona y mi corazón están abiertos y siempre lo estarán a la colaboración altruista y a seguir poniendo a Jaca en el lugar que se merece.
Desde aquí te emplazo Carlos a vernos, dialogar y zanjar polémicas improductivas, innecesarias y sin sentido.