Monseñor Vicente Jiménez Zamora, arzobispo emérito de Zaragoza, ha sido nombrado administrador apostólico de las diócesis de Jaca y Huesca, tras el traslado de Julián Ruiz Martorell a la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, de la que se hizo cargo oficialmente el pasado 23 de diciembre.
En una primera carta dirigida por Vicente Jiménez Zamora a ambas diócesis, expresa sus “sentimientos de profunda gratitud” al papa Francisco por “la confianza” que ha depositado en él con un nombramiento que, como él mismo reconoce, le ha producido “sorpresa”. “Me encuentro en situación de arzobispo emérito de Zaragoza, dedicado a una oración sosegada, al retiro silencioso y a tareas de menor responsabilidad. Consciente de mis limitaciones y de las cargas del oficio episcopal, apoyado en la gracia del Señor, he aceptado este nuevo servicio con espíritu de obediencia apostólica y disponibilidad pastoral, siguiendo el consejo de ‘nada pedir y nada rehusar’”, señala.
Vicente Jiménez Zamora nació en la localidad soriana de Ágreda el 28 de enero de 1944, fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1968 y obispo el 17 de julio de 2004. El 12 de diciembre de 2014 fue nombrado arzobispo de Zaragoza, y desde el 6 de octubre de 2020 ejerce como administrador apostólico de la archidiócesis zaragozana, tras la aceptación de su renuncia por edad por parte del papa Francisco, responsabilidad que ahora deberá compaginar hasta que se ocupen las sedes vacantes de Jaca y Huesca.