1/diciembre/2023
La expedición combinada de España y Chile al Campo de Hielo Sur logró alcanzar el cerro San Lorenzo tras una exigente ascensión de 17 horas
El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) tiene previsto regresar a España el próximo miércoles 6 de diciembre, una vez lograda la ascensión al cerro San Lorenzo (3.706 m), en la Patagonia chilena. Finalmente, no fue posible coronar el volcán Lautaro (3.623 m), el objetivo principal de la expedición conjunta con el Ejército de Chile al Campo de Hielo Sur, debido a las adversas condiciones meteorológicas, con vientos superiores a los 100 km/h y constantes tormentas de nieve, que no han cesado prácticamente desde su llegada a la zona.
A pesar de ello, “la sensación es positiva, porque sabíamos que la Patagonia se caracteriza por sus condiciones climáticas extremas”, explicó el coronel Alberto Ayora, jefe del equipo español, en una conversación telefónica a las pocas horas de alcanzar la cumbre del cerro San Lorenzo.
“Desde que llegamos al Campo de Hielo Sur, solo tuvimos una pequeña ventana de buen tiempo, y las previsiones para los primeros días de diciembre siguen siendo adversas, es decir, que llevamos más de mes y medio de mal tiempo” como consecuencia de la entrada de varios frentes que han afectado de lleno a la zona donde se desarrolló la expedición.
“Nos queda la satisfacción de haber hecho todo lo que podíamos hacer”, afirma Ayora, que no tiene dudas de que acometer una ascensión al volcán Lautaro en esas condiciones hubiera sido “muy arriesgado”, más siendo conscientes de la experiencia que ya vivieron en el Campo de Hielo Norte en 2007, cuando varios de los miembros del grupo sufrieron congelaciones tras verse obligados a construir refugios en la nieve después de que las tiendas de campaña quedarán inutilizadas por el fuerte viento.
“Tenemos la satisfacción de haber tomado buenas decisiones”, reitera el coronel Ayora, al tiempo que señala que fue “fundamental haber cambiado de escenario”, buscando un área, como la del cerro San Lorenzo, donde el tiempo era un poco más estable y donde se podía contar con el apoyo externo de los helicópteros del Ejército de Chile, en el caso de que la situación se complicara.
El volcán Lautaro queda ahora como una asignatura pendiente, una excusa para poder volver en un futuro al Campo de Hielo Sur, ya que una de las experiencias más fructíferas de este proyecto ha sido la estrecha colaboración y buen entendimiento que ha habido con el equipo chileno, reconoce el jefe del grupo expedicionario español.
El cerro San Lorenzo, la segunda cumbre más alta de la Patagonia chilena
A pesar de no haber podido coronar el volcán Lautaro, la ascensión al cerro San Lorenzo no ha sido un reto menor, teniendo en cuenta que es una montaña muy poco explorada y sujeta a constantes cambios por las condiciones climáticas y meteorológicas del entorno. De hecho, hasta la fecha, solo se tienen constatadas diez ascensiones a este pico, refiere Ayora.
“Nosotros, que vivimos en el Pirineo, estamos acostumbrados a subir picos de 3.000 m de altitud en una misma jornada, pero aquí, para hacerlo, puedes necesitar tres o cuatro días”, detalló. “Y si nosotros lo hemos podido hacer en 17 horas ha sido por contar con los medios de apoyo que nos ha facilitado el Ejército de Chile, que nos llevaron al campo base en helicóptero”, observa. “Si alguien quiere hacer un tres mil en la Patagonia, como el cerro San Lorenzo, debe contar, como mínimo, con un margen de tres días de buen tiempo, porque es complicado llegar hasta el punto donde comienza la ascensión”, por ser una zona deshabitada, incomunicada y poco explorada.
La expedición combinada de España y Chile llegó a la cumbre del cerro San Lorenzo el pasado viernes, 24 de noviembre, después una exigente ascensión de 17 horas en la que no hubo tregua, dado el escaso margen con el que contaban para conseguir el objetivo. “A las 13 horas (local) hemos hecho cima (…). Salimos a las 3 de la mañana y hemos regresado al campo base a las 20:00 horas. Todos bien”, era el escueto mensaje del coronel Ayora, al término de la jornada.
“El premio a la constancia ha sido tener una ventana pequeña de apenas un día y medio de buen tiempo, porque cuando descendíamos sabíamos que iban a cambiar las condiciones y que empezaba a entrar otro frente del Pacífico con vientos fuertes, de más de 100 km/h”, comenta el jefe del equipo español a El Pirineo Aragonés. “Por eso, planteamos desde el principio un ascenso lo más rápido posible, sin montar campos intermedios, y aunque sabíamos que iba a ser una paliza, creo que ha ido muy bien”, admite.
Primera parte de la ascensión, por una zona técnica y más expuesta, y una imagen icónica y llamativa del cerro San Lorenzo. ©GMAM OCP EMMOE / LM López Soriano
Ascendieron y descendieron por un terreno inexplorado, en el que tuvieron que sortear grietas y zonas técnicamente complicadas hasta encontrar la vía de acceso a la cumbre más favorable. En total, 2.100 m de subida y otros tantos de bajada, “una soberana paliza”, a pesar de que no se trata de una gran altitud y de que los expedicionarios están acostumbrados a transitar por este tipo de terrenos.
“Nada más llegar al campo base, el día 23, hicimos un reconocimiento de la primera parte de la ruta, hasta alcanzar la base de la pared e intentar vislumbrar desde ahí un posible itinerario”, relata Ayora.
Al día siguiente, se levantaron a las 3 de la mañana, para llegar a la base del cerro a las 5, cuando comenzaba a clarear. “Teníamos previsto del día anterior entrar por un sitio que habíamos determinado, pero vimos que era más factible hacerlo por otro punto situado más a la izquierda, en la parte central de la montaña”, precisa, señalando que la base de la pared está a unos 2.400 m de altitud y que la ascensión culmina en los 3.706 m. “Nada más empezar, tuvimos que hacer unos primeros largos de escalada en hielo, para continuar adivinando el recorrido. De hecho, nos costó muchísimo encontrar el itinerario”, indica. Incluso hubo un momento en el que en la base –desde donde les estaban siguiendo por satélite– estaban preocupados por la ascensión un tanto errática que estaban realizando. “Subíamos hasta un punto y volvíamos a bajar, porque encontrábamos griegas que nos impedían avanzar, y había que buscar una salida que nos permitiera progresar. Al final, la cordada que iba delante, un equipo mixto del GMAM y del Ejército chileno, hallaron el itinerario propicio y logramos salir, aunque desde ahí hasta la cumbre todavía quedaba mucho recorrido”, pormenoriza.
La ascensión final, aunque larga, se vio compensada con la excepcional vista que ofrece el pico San Lorenzo desde esa perspectiva, una montaña “muy bonita y que nos impresionó a todos, porque es como un merengue, como la típica copa a la que vas echando helado encima”, describe.
Último tramo de ascensión a la cumbre de 3.706 m. ©GMAM OCP EMMOE / LM López Soriano
“En los últimos 300 m, nos habían dicho que la cima estaba protegida por una rimaya muy grande que ya había dado problemas a otras cordadas, y que luego había que hacer un último largo de 40 m; pero, en nuestro caso, encontramos muy bien ese tramo y solo necesitamos poner un par de seguros en los 15 m finales”, explica Ayora, que reconoce que lo peor fue la bajada, debido al calor. “Fue bastante expuesta, porque había muchas grietas, y como los puentes de nieve estaban más inestables, tuvimos que realizar varios rápeles. Las condiciones de la nieve a esa hora eran bastante malas y, además, los tornillos que se habían colocado en el hielo se podían quitar con la mano. Descendimos despacio, con prudencia, y equipando todo bien, hasta llegar al campo base, a las ocho de la tarde, después de casi 17 horas en continuo movimiento, un palizón”, vuelve a apuntar Ayora.
Una de las mayores satisfacciones fue que todos los expedicionarios hicieron cima, un éxito compartido y celebrado con alegría durante el poco tiempo que permanecieron en ella. El equipo combinado que completó la ascensión al cerro San Lorenzo estuvo formado, además del coronel Alberto Ayora (GMAM), por el capitán Carlos Iturriaga (Cía. Andina Divisionaria N.º 20), Luis Miguel López (cámara de la expedición de la productora SALOMBA Ventures), el sargento primero José G. Español (GMAM), el cabo primero Francisco Borja Álvarez (GMAM), el cabo primero Marcelo Vásquez, enfermero militar (Cía. Andina Divisionaria N.º 20), el cabo primero Daniel Mora (Cía. Andina Divisionaria N.º 20), el cabo segundo Fernando Valdés (Cía. Andina Divisionaria N.º 20) y los cabos Miguel Plans y Jesús María Gómez, ambos del GMAM.
Grupo expedicionario que alcanzó la cumbre del cerro San Lorenzo. ©GMAM OCP EMMOE / LM López Soriano
Una colaboración excepcional
La colaboración del Ejército de Chile y el Grupo Militar de Alta Montaña, adscrito a la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca, ha sido “excepcional”, manifiesta con rotundidad el coronel Ayora. “El trato ha sido impresionante”, afirma, destacando la “vitalidad y profesionalidad” de todos los componentes. “Hemos hecho un buen equipo y la verdad es que ha sido una maravilla trabajar con ellos”, resalta.
La expedición, además del objetivo de ascender al volcán Lautaro, y que finalmente tuvo que cambiarse por el cerro San Lorenzo, incluía la recogida de datos y muestras para analizar la relación que puede existir entre los estados de estrés que afectan a las personas sometidas a situaciones límite y su comportamiento en la toma de decisiones.
“Hemos colaborado todos, incluidos los miembros del equipo chileno”, siguiendo las indicaciones del teniente coronel médico, Jorge Palop, que está al frente de este estudio para el que también se cuenta con el apoyo del capitán psicólogo de la EMMOE, Óscar Restrepo, y de la Universidad de Zaragoza.
Este proyecto pivota en torno a tres ejes: “la confirmación desde el punto de vista biomédico de que el sujeto está efectivamente sometido a una situación de estrés; la valoración de cómo afectan todas estas situaciones (estrés físico, altitud, frío extremo u otros factores que impone el medio) en las emociones, y cómo la inteligencia artificial puede ayudar en la toma de decisiones”, tal y como expuso el propio teniente coronel Palop en la presentación del proyecto, el pasado mes de octubre.
Recordar, además, que la expedición ha contado con la presencia del cámara Luis Miguel López Soriano, que ha grabado imágenes que servirán de base para el documental que realizará Sebastián Álvaro al frente de la productora SALOMBA Ventures. Lo que busca el popular documentalista sumándose a este proyecto del GMAM, como él mismo ha reconocido, es “contar una historia” sobre la aventura vivida por los expedicionarios, pero ofreciendo “una visión global de uno de los lugares más bonitos del mundo” y que ya descubrieron los primeros exploradores españoles que se acercaron por esas latitudes a mediados del siglo XVI.
28/noviembre/2023
El premio a la constancia
Coronel Alberto Ayora (GMAM) | “Aunque sabíamos que iba a ser una paliza, creo que todo ha ido muy bien”
El coronel Alberto Ayora, jefe del equipo español del Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) que conforma la expedición al Campo de Hielo Sur, en la Patagonia chilena, explica en este video algunos de los detalles de cómo fue la ascensión al cerro San Lorenzo (3.706 m) el pasado 24 de noviembre, tras 17 intensas horas en las que no hubo tregua, dado el poco margen con el que contaban para alcanzar la cima.
“El premio a la constancia ha sido tener una ventana pequeña de apenas un día y medio de buen tiempo, porque cuando descendíamos sabíamos que iban a cambiar las condiciones y que empezaba a entrar otro frente del Pacífico con vientos fuertes, de más de 100 km/h”, explica Ayora a El Pirineo Aragonés. “Por eso, planteamos desde el principio un ascenso lo más rápido posible, sin montar campos intermedios, y aunque sabíamos que iba a ser una paliza, creo que todo ha ido muy bien”, asegura.
Ascendieron y descendieron por un terreno inexplorado, en el que tuvieron que sortear grietas y zonas técnicamente complicadas, hasta encontrar la vía de acceso a la cumbre más favorable. En total, 2.100 m de subida y otros tantos de bajada, “una soberana paliza”, a pesar de que no se trata de una gran altitud y de que los expedicionarios están acostumbrados a transitar por este tipo de terrenos. El cerro San Lorenzo está situado en una región del planeta poco accesible, y para la que se requieren de varios días de progresión hasta llegar a la base, si no se cuenta con apoyo logístico. Es el segundo punto más alto de la Patagonia chilena y ha sido ascendido en muy pocas ocasiones.
El Pirineo Aragonés publicará este viernes, tanto en su edición impresa como digital, una entrevista con el coronel Alberto Ayora, de cuyo contenido aparece aquí un pequeño extracto.
Las fotografías e imágenes del video, así como el montaje, pertenecen a ©GMAM OCP EMMOE / LM López Soriano, y han sido cedidas para acompañar esta información.
25/noviembre/2023
El GMAM alcanza la cima del cerro San Lorenzo, el segundo punto más alto de la Patagonia chilena
La expedición combinada, formada finalmente por seis españoles (cinco militares y un cámara civil) y cuatro militares chilenos, hacía cima tras una exigente ascensión de 17 horas. Está previsto que los expedicionarios del Grupo Militar de Alta Montaña regresen a España la primera semana de diciembre.
El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) ha conseguido hacer cima en el cerro San Lorenzo en Chile. Se trata del segundo punto más alto de la Patagonia chilena con 3.706 m de altitud. La expedición combinada de España y Chile alcanzaba la cumbre el pasado viernes, a las 13.00 horas (hora local). Finalmente, el equipo que ha logrado hacer cumbre estaba formado por los seis españoles y cuatro militares de la Compañía Andina del Ejército de Chile.
Lo hacía tras una exigente ascensión de 17 horas, en la que el equipo lograba superar los 2.100 m que le separaban del campo base, instalado algo más bajo de lo previsto.
“A las 13 horas (local) hemos hecho cima (…). Salimos a las 3 de la mañana y hemos regresado al campo base a las 20 horas. Todos bien”. Era el escueto mensaje del coronel Alberto Ayora, al frente del equipo español, que comunicaba la noticia vía satélite a España.
El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) del Ejército de Tierra de España y la Compañía Andina Divisionaria N°20 Cochrane (CAD) iniciaron el pasado 28 de octubre la expedición combinada al Campo de Hielo Sur y la ascensión al volcán Lautaro. Un objetivo que sería necesario replantear sobre el terreno ante la complicada situación meteorológica de las últimas semanas, y así poder continuar con los objetivos de experimentación asociados a la expedición.
En estos momentos, los expedicionarios están en las instalaciones militares de Cochrane donde serán recibidos por el Jefe de Estado Mayor del Ejército chileno. Está previsto su regreso a España la primera semana de diciembre.
Todos los componentes de la expedición que ascendieron a la cumbre. Fotografías e imágenes: ©GMAM OCP EMMOE / LM López Soriano.
Equipo combinado
Coronel Alberto Ayora (Grupo Militar de Alta Montaña).
Capitán Carlos Iturriaga (Compañía Andina Divisionaria N°20).
Luis Miguel López, cámara de la expedición (SALOMBA Ventures).
Sgto1º José G. Español, (Grupo Militar de Alta Montaña).
Cabo 1º Francisco Borja Álvarez (Grupo Militar de Alta Montaña).
Cabo1º Marcelo Vásquez, enfermero militar (Compañía Andina Divisionaria N°20).
Cabo1º Daniel Mora (Compañía Andina Divisionaria N°20).
Cabo 2º Fernando Valdés (Compañía Andina Divisionaria N°20).
Cabo Miguel Plans (Grupo Militar de Alta Montaña).
Cabo Jesús María Gómez (Grupo Militar de Alta Montaña).
23/noviembre/2023
EL GMAM inicia su ascensión al cerro San Lorenzo
El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) tiene previsto iniciar este jueves la ascensión al cerro San Lorenzo, de 3.706 m de altitud, en la Patagonia chilena, tal y como anunció la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca en su comunicado de ayer. En este video en alta resolución, que ha sido remitido por los expedicionarios, se explican los pormenores de esta ascensión y de las condiciones que caracterizan a una tierra tan inhóspita como es el Campo de Hielo Sur.
22/noviembre/2023
La situación meteorológica en el Campo de Hielo Sur obliga al GMAM a cambiar su objetivo
Junto al equipo del Ejército de Chile, se intentará ascender al cerro San Lorenzo, de 3.706 m de altitud
La ventana de mejoría del tiempo que se pronosticaba para los días 23 y 24 se considera que es insuficiente para acometer definitivamente el ataque a la cima del volcán Lautaro (3.623 m) y el regreso de 50 km por el Campo de Hielo Sur. Con esta situación, se ha tomado la decisión de mantener el equipo combinado de españoles y chilenos para intentar la ascensión al cerro San Lorenzo, de 3.706 m de altitud, situado fuera del Campo de Hielo Sur y segundo punto más alto de la Patagonia, ha informado la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE), sede del Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM).
Este nuevo reto permite continuar con el plan de experimentación de materiales, procedimientos y pruebas de telecomunicaciones. Además, se continúa con la recogida de parámetros biomédicos dentro del plan de investigación en situaciones de estrés en montaña.
El cerro San Lorenzo, situado fuera de los campos de hielo, pero expuesto a los vientos de la Patagonia, tiene una aproximación menos dependiente de la meteorología, aunque exige una mayor técnica de escalada en hielo, se indica desde la EMMOE. Para su ascensión, los expedicionarios disponen del apoyo de un helicóptero militar que los trasladará al pie del cerro este jueves, día 23.
El coronel Alberto Ayora, jefe de los expedicionarios españoles, destaca la excelente predisposición y flexibilidad del Ejército chileno ante los cambios que impone la montaña. En declaraciones a El Pirineo Aragonés, explica que la idea inicial, antes de realizar el cambio de objetivo, era aprovechar la ventana de mejoría de las condiciones atmosféricas que se prevé para este viernes 24, aunque era “muy cortita”, ya que el sábado y domingo habrá, de nuevo, mal tiempo. Tras estudiar las opciones para poder llegar a la cumbre del Lautaro, pero sobre todo para garantizar la salida de los expedicionarios, se ha considerado que lo mejor era no arriesgar y plantear otra alternativa.
El mal tiempo ha condicionado desde el principio la expedición del GMAM y del Ejército de Chile al Campo de Hielo Sur. GMAM
“El ánimo siempre ha estado muy alto”
Respecto al desarrollo de la expedición, a pesar de las malas condiciones atmosféricas con las que se han encontrado en el Campo de Hielo Sur, Ayora explica que está yendo “muy bien”. “Se ha notado muchísimo la instrucción de la gente y el adiestramiento de las unidades del Ejército de Chile y la nuestra, en unas condiciones que están siendo muy duras”, asegura. “Hay que subrayar –añade– que ha habido una muy buena toma de decisiones que han permitido trabajar justo en los momentos que se podía trabajar, haciendo lo que se podía hacer, para estar siempre a resguardo en cuanto se perdía totalmente la visibilidad y venían esos vientos que te congelaban en cuestión de minutos”. Y a pesar de lo tedioso que se han hecho los días en las tiendas y refugios, el ánimo siempre ha estado “muy alto”, relata.
Los expedicionarios del GMAM (imagen superior), el coronel Alberto Ayora (centro) y puesto de mando del equipo expedicionario español y chileno (inferior). GMAM
20/noviembre/2023
El GMAM amplía los días de expedición a la espera de un momento favorable para ascender al Lautaro
El mal tiempo ha obligado a los expedicionarios a reorganizarse de cara a aprovechar la próxima mejora de las condiciones meteorológicas
La expedición combinada de España y Chile en el Campo de Hielo Sur, en la Patagonia, ha ampliado su programa inicial ante la imposibilidad de acometer la ascensión al volcán Lautaro en las actuales condiciones meteorológicas, ha informado la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca, sede del Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM).
Los militares españoles y chilenos decidían en las últimas horas prolongar la expedición 5 o 6 días, de manera que, si las previsiones se mantienen, los nuevos planes pasan por intentar el reto de ascender el volcán Lautaro en la ventana de mejor tiempo que se espera a partir del día 23.
Un helicóptero del Ejército de Chile trasladó el pasado sábado, con vientos de más de 50 km/h, a los expedicionarios hasta la orilla del lago O’Higgins, desde donde una embarcación les trasbordó, horas más tarde, a la villa del mismo nombre. Posteriormente, regresaron a Cochrane, donde disponen de más posibilidades logísticas.
“Tenemos que coser las tiendas que se han roto, lavar la ropa y prepararlo todo” para, en dos días, regresar a Villa O’Higgins y que el helicóptero los devuelva al Campo de Hielo Sur, explica el coronel Alberto Ayora, jefe del equipo expedicionario español, que subraya que cualquier decisión queda supeditada a la meteorología y la disponibilidad de los apoyos del Ejército chileno.
El mal tiempo, con temperaturas extremas, fuertes vientos y tormentas de nieve, ha sido una constante desde la llegada de los expedicionarios al Campo de Hielo Sur. GMAM
Los expedicionarios, durante el vuelo en helicóptero que les trasladó a O’Higgins para poder reorganizar la expedición ante la mala situación meteorológica. GMAM
18/noviembre/2023
El GMAM acomete tareas de abastecimiento a la espera de que sea posible la aproximación al Lautaro
Los componentes de la expedición combinada de España y Chile se encuentran en buen estado físico y moral
El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) se centrará en las próximas horas en tareas de abastecimiento a la espera de la ventana de buen tiempo que posibilite la ascensión al Lautaro. Las últimas predicciones meteorológicas apuntan a que la semana que viene podrían darse las condiciones para intentar el ataque a la cumbre.
Los expedicionarios trabajan con ese objetivo en un contexto en el que la situación varía continuamente. Una circunstancia que complica en gran medida la planificación para días clave de la expedición combinada de España y Chile por el Campo de Hielo Sur. “Las previsiones meteorológicas cambian de día a día”, recuerda el coronel Alberto Ayora. “Se vislumbra un cambio de tiempo para la semana que viene; estamos trabajando y planificando”, añade, en referencia a los próximos movimientos.
Ante esta situación, se están analizando diferentes opciones y cabe la posibilidad de alargar la expedición para intentar aprovechar las posibles ventanas que muestra la predicción meteorológica para la semana que viene. Los fuertes vientos, las bajas temperaturas y las tormentas de nieve continúan siendo la tónica de las últimas jornadas. Los componentes del Grupo Militar de Alta Montaña se encuentran en buen estado físico y moral, informa la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca.
14/noviembre/2023
El viento y las tormentas de nieve condicionan los movimientos del GMAM en Chile
Con rachas de más de 100 km/h y una sensación térmica de 40° bajo cero, el éxito de la expedición al Campo de Hielo Sur depende de la mejora de las condiciones meteorológicas en las próximas horas
Los vientos, las tormentas de nieve y las bajas temperaturas están condicionando el desarrollo de la expedición del Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) al Campo de Hielo Sur. Durante los próximos días, será fundamental para el éxito de la travesía que las previsiones meteorológicas mejoren de cara al fin de semana, explica la Escuela Militar de Montaña (EMMOE) de Jaca en su último comunicado. “En estos momentos, los expedicionarios españoles y chilenos están muy pendientes de lo que pueda suceder a partir del 18 de noviembre, que es la fecha que barajan como la más idónea para poder enfrentarse a la travesía con una mínima garantía ºde éxito”, se recuerda.
Desde el Campo de Hielo Sur, el coronel Francisco Ayora, jefe del equipo español, asegura que “es importante, y más por la presión en la toma de decisiones, ir viendo día a día esas ventanas del 19, 20, 21, 22 y 23, máximo el 24, porque son los días con los que contamos para hacer algo de actividad y poder salir de la zona”.
Las condiciones se complican en O’Higgins, confirmándose los peores pronósticos, ya que se están registrando temperaturas cercanas a los 20° bajo cero, con una sensación térmica que ronda los -40°. El coronel Ayora relata que, en las últimas horas, los vientos han sido “muy fuertes” –de más de 100Km/h–, obligando a los expedicionarios durante la noche a salir a palear la nieve que se acumulaba en torno a las tiendas. Y por el día, el equipo ha aprovechado las pequeñas ventanas de buen tiempo para construir y reforzar los muros de hielo que sirven de protección al campamento instalado junto a los refugios permanentes.
Para las próximas jornadas, se prevé que las condiciones atmosféricas empeoren, se avanza desde la EMMOE, apuntando, al igual que lo ha hecho el coronel Ayora, que la fecha límite para salir del Campo de Hielo Sur es el 24 de noviembre.
10/noviembre/2023
Primer contacto del GMAM con el Campo de Hielo Sur
El empeoramiento de las condiciones meteorológicas ha obligado a los expedicionarios a levantar muros de hielo para proteger las tiendas
El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) ha tomado contacto con el Campo de Hielo Sur. Junto al equipo del Ejército chileno, ha completado ya una primera travesía de preparación, y seguirá en esta dinámica hasta que llegue el momento de atacar la cima del volcán Lautaro (3.623 m), uno de los principales objetivos de la expedición.
Si bien el miércoles las condiciones meteorológicas permitieron a los componentes del grupo hispanochileno realizar una marcha de 16 km por el plató del Campo de Hielo Sur, el jueves la situación se complicó. De hecho, la previsión de fuertes vientos (de hasta 70 km/h) y el empeoramiento de la meteorología requirieron acondicionar el vivac y levantar muros de hielo para proteger las tiendas.
El coronel Alberto Ayora, jefe del equipo español, explicó desde el refugio permanente de la Dirección General de Aguas (DGA) del Gobierno de Chile, que una pequeña ventana con condiciones atmosféricas favorables les posibilitó “avanzar entre bastantes nubes y algo de ventisca”. Fueron ocho kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, en los que tuvieron ocasión de filmar bastantes imágenes –incluso algunas de ellas con dron– para el documental que está preparando Salomba Ventures, productora que lleva el sello de Sebastián Álvaro (Al filo de lo imposible). Para este trabajo, que se centrará en la expedición al Campo de Hielo Sur, y que también abordará la historia del GMAM, el equipo cuenta con la participación de Luis Miguel López, alpinista, fotógrafo y operador de cámara con más de 20 años de experiencia en este tipo de aventuras.
Los expedicionarios están a la espera de la llegada de una “posible ventana” de buen tiempo que se ha pronosticado para los próximos días. Mientras, la idea es mantenerse “activos”, en la medida de sus posibilidades para conocer el terreno y afrontar la ascensión al volcán con la mejor preparación posible. “Con la falta de visibilidad, nos hemos metido en un campo de grietas y ya sabemos cómo evitarlo para los próximos días”, comentó Ayora el miércoles, señalando que todos los componentes del grupo se encuentran bien.
La Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca es el órgano de coordinación y gestión que apoya y sostiene al Grupo Militar de Alta Montaña desde su creación en 1985. Recordar que no es la primera vez que el GMAM se enfrenta a una expedición de características similares en Chile, ya que, en el año 2007, en una marcha muy complicada, el coronal Ayora y un equipo del programa de televisión Al filo de lo imposible ya estuvieron allí, se recuerda desde la EMMOE de Jaca.
8/noviembre/2023
El GMAM, a la espera de una ventana de buen tiempo para la aproximación al volcán Lautaro
Los expedicionarios valoran el modo de acometer la travesía en función de lo que marque la meteorología en los próximos días
Los componentes del grupo llegaron sin novedad al refugio de la Dirección General de Aguas (DGA) del Gobierno de Chile, ya en pleno Campo de Hielo Sur, según ha confirmado la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca. “Las previsiones meteorológicas se van cumpliendo. Hoy, cerrado con ventisca y ráfagas de 50 km/h. Preparados para aguantar los días que sea necesario en tiendas y refugios”, explicó el coronel Alberto Ayora, que está al frente del equipo español, en su último contacto con España, añadiendo que los refugios tienen una capacidad limitada, pero permiten hacer vida”.
El coronel Ayora comunicándose vía satélite (por Iridium) antes de la llegada a los refugios. GMAM
Señalar que, desde este punto del planeta, las comunicaciones con los expedicionarios solo son posibles vía satélite, a través de los sistemas Iridium o BGAN (broadband global area network o red aérea global de banda ancha, en sus siglas en inglés).
En las próximas horas, la expedición estará muy pendiente de las predicciones meteorológicas. Para ello, el equipo está en continua comunicación con Javier del Valle, doctor en Geografía y Climatología, Máster en Educación Medioambiental y profesor en el Centro Universitario de la Defensa, en la Academia General Militar de Zaragoza.
El doctor Del Valle es colaborador en diferentes medios de comunicación. De hecho, su nombre está ligado a predicciones de expediciones tan importantes como la ascensión invernal de Alex Txikon al Annapurna. En el caso del Campo de Hielo Sur, ha estudiado previamente el clima de Chile y ha elaborado sus informes basándose en el servicio meteorológico chileno y en otras fuentes acreditadas.
En la imagen superior, entrenamientos y comprobaciones antes de entrar en el plató de hielo. En el centro, cueva de hielo. Abajo, refugio permanente de la Dirección General de Aguas (DGA) del Gobierno de Chile. GMAM
6/noviembre/2023
El mal tiempo condiciona y complica el desarrollo de la expedición del GMAM al Campo de Hielo Sur
“Es hora de tener paciencia y prudencia”, reconoce el coronel Alberto Ayora
El mal tiempo y las predicciones poco favorables que se pronostican para los próximos días en el Campo de Hielo Sur complican y condicionan el desarrollo de la expedición conjunta –prevista del 7 al 20 de noviembre– en la que participan el Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) del Ejército de Tierra y la Compañía Andina Divisionaria (CAD) N.º 20 Cochrane de Chile.
“Lamento que no sean buenas noticias”, señala el coronel Alberto Ayora, jefe de la expedición, tras recibir este domingo el informe meteorológico elaborado por el doctor en climatología Javier del Valle, del Centro Universitario de la Defensa, en Zaragoza. “Es hora de tener paciencia y prudencia”, asegura horas antes de que el equipo expedicionario se embarque en helicóptero hasta Villa O’Higgins, para llegar hasta los refugios permanentes desde los que se accede al Campo de Hielo Sur.
“Se estabiliza una corriente de vientos del Oeste de procedencia del océano Pacífico al reforzarse las altas presiones frente al norte de Chile y profundizarse las bajas al sur de la Tierra de Fuego. Esta corriente será muy permanente y complicará de forma muy notable el tiempo en la Patagonia en los siguientes días”, resume Javier del Valle en el parte meteorológico. Durante la jornada de este lunes, 6 de noviembre, el tiempo irá “progresivamente a peor respecto a las condiciones del día anterior, comenzando con nevadas en la zona del volcán [Lautaro] por la tarde, con vientos del oeste y noroeste” que podrían alcanzar los 50 km/h y que estarían acompañados de nevadas débiles. Por lo que respecta a la temperatura mínima en la cumbre, será de unos -15° con sensación térmica próxima a -30°.
Mapa del Campo de Hielo Sur con la ubicación de los refugios permanentes en una imagen de www.riopascua.cl
“A partir del 6, comienza un periodo de nevadas ininterrumpidas y fuerte viento del oeste y noroeste”, unas precipitaciones que podrían ser intensas para la jornada del martes por la mañana y algo más débiles el resto del día. Las condiciones empeorarán a partir de la noche del miércoles, 8 de noviembre, con vientos que pueden alcanzar velocidades en torno a 70 km/h y nevadas persistentes durante todo el día, situación que proseguirá el jueves día 9, donde las nevadas serán moderadas.
Para el día 10 se pronostica un empeoramiento de las condiciones, con nevadas constantes, durante todo el día, pudiéndose alcanzar un espesor de nieve superior al medio metro, con vientos persistentes y fuertes, que alcanzarán velocidades en torno a los 90 km/h, tendiendo a amainar algo por la noche (valores de 60 km/h). “Estas condiciones se deben a la borrasca situada al sur de Tierra de Fuego, aumentando así la inestabilidad, los vientos y las nevadas”, indica el climatólogo del Centro Universitario de la Defensa, que apunta que del 11 al 14 “las condiciones siguen siendo muy similares: nevadas constantes mañana, tarde y noche sin descanso, aunque con espesores acumulados menores que el día 10, y viento constante del oeste y noroeste con velocidades en torno a 70 km/h, algo menores alguna noche (hacia 50 km/h)”, mientras que las temperaturas mínimas en la cumbre estarán en torno a -12°, si bien la sensación térmica se aproximará a -25°.
Los días 15 y 16 las condiciones “pueden ser extremas, con vientos en torno a los 100 km/h, incluso con rachas por encima de esta cifra, nevadas constantes con espesores entre medio y un metro cada día, temperaturas en la cumbre en torno a -8° y una sensación térmica inferior a -30°”, apunta Del Valle, que avanza que la situación en los centros de acción para el día 17 “indica una posible suavización de las condiciones, pero todavía es una fecha muy distante para ser preciso”.
“En Villa O’Higgins, veremos los últimos partes meteorológicos y decidiremos en qué momento saldremos hacia Nahuelcar, que es donde desembarcaríamos”, tras 101 km de travesía y 4 horas de navegación, “a la espera de que se den las condiciones” para ascender al volcán Lautaro, precisó Alberto Ayora.
Salida de los expedicionarios hacia Villa O’Higgins y los refugios permanentes del Campo de Hielo Sur en dos imágenes facilitadas por el GMAM.
3/noviembre/2023
Presentación y preparación de las cordadas del GMAM y la Compañía Andina Divisionaria Cochrane de Chile
El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) recaló a finales de semana en la región de Aysén, para unirse a los especialistas de montaña de la Compañía Andina Divisionaria (CAD) n.º 20 Cochrane del Ejército de Chile. En esta región es donde se desarrollará del 7 al 20 de noviembre la expedición conjunta autónoma al Campo de Hielo Sur, la tercera extensión de hielo más grande del mundo, después de la Antártida y Groenlandia.
En la travesía por esta extensión inhóspita, donde se registran temperaturas que desafían el cuerpo humano, los expedicionarios tendrán que afrontar ráfagas de viento de hasta 100 km/h y una sensación térmica de hasta -20°, en un recorrido total de 110 km con un equipo de 60 kg aproximadamente, entre mochila y trineo, incluyendo una ascensión al volcán Lautaro de 3.623 m de altitud.
Uno de los objetivos de este ambicioso reto es revisar los procesos y homologar las técnicas de montaña, en el caso de la Compañía Andina, mientras que para el GMAM, además de poder estrechar lazos con el Ejército de Chile, con el que ya se colabora desde hace varias décadas, se trata de poner a prueba nuevos materiales en condiciones extremas y reimpulsar la actividad del grupo, entre otras acciones. “Enfrentamos el Campo de Hielo Sur con la misma motivación [que el Ejército chileno], pero hay diferencia en cuanto a la planificación, los apoyos, la logística y eso será fundamental [para el desarrollo de la expedición]”, señaló el coronel Alberto Ayora, jefe de la expedición y miembro del GMAM.
“Desde hace muchos años, recibimos oficiales y suboficiales de Chile, quienes previamente han pasado por la Escuela de Montaña en Chile, y la verdad –y lo digo abiertamente– es que no fallan. Cuando vienen, el nivel está muy alto, consecuencia de que las cosas se hacen muy bien”, agregó.
El teniente coronel Felipe Alcayaga, comandante de la CAD n.º 20 Cochrane, explicó que esta fase previa de homologaciones ha servido para reforzar los lazos tácticos necesarios para poder ejecutar la expedición. “En mayo, realizamos una travesía al Campo de Hielo Sur y aprovechamos para verificar parte de la ruta y el estado de los refugios que hay en este sector, y posteriormente hicimos un entrenamiento técnico en Cochrane”, señaló Alcayaga, que recordó también que hace dos semanas estuvieron en el Campo de Hielo Norte, realizando otro ejercicio, “una combinación de trabajo en hielo y un ejercicio de operaciones militares”. “El personal que integra las cordadas, y que va a entrar en el Campo de Hielo Sur, tiene las condiciones y capacidades necesarias para cumplir las tareas”, subrayó.
Este desafío forma parte de las distintas actividades de intercambio que efectúan permanentemente ambos ejércitos en diferentes ámbitos, como lo son el deportivo, el docente y el militar. En materia de montaña, esta travesía se suma a otras expediciones realizadas en conjunto, como la exploración combinada al Campo de Hielo Norte (2007) y la ascensión al Ojos del Salado (2014), el volcán más alto del mundo y segunda cumbre más alta de América; acciones todas ellas que “han posicionado a ambos ejércitos como referentes mundiales en el empleo de tropas de montaña”, como se recordó por parte de los expedicionarios.
Trabajos de homologación de técnicas y materiales entre los componentes de los dos ejércitos antes de partir hacia Villa O’Higgins. Las imágenes han sido facilitadas por el GMAM.
1/noviembre/2023
Puerto Chacabuco y Puerto Tranquilo, recordando la expedición al Campo de Hielo Norte de 2007
El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) se acercó este martes hasta la localidad de Puerto Chacabuco, un enclave chileno ubicado en la comuna de Aysén y que es, a su vez, el puerto principal de la región del mismo nombre. Se localiza en el fiordo de Aysén y es el punto del que partió el grupo en 2007 para adentrarse en el Campo de Hielo Norte. El coronel Alberto Ayora, jefe de la expedición al Campo de Hielo Sur de la Patagonia, y que formó parte de esa aventura, evoca en estos dos videos, el primero grabado en Puerto Tranquilo, este 1 de noviembre, sus recuerdos de aquella experiencia.
31/octubre/2023
El GMAM ultima los preparativos con el Ejército chileno para enfrentarse al Campo de Hielo Sur
Catorce militares (nueve chilenos y cinco españoles) y un cámara español afrontan en Chile una travesía en condiciones extremas la conquista del volcán Lautaro
Tras más de 25 horas de vuelo, el Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) llegó el domingo a Coyhaique. Junto al Ejército chileno, el grupo ultima los preparativos antes de afrontar el asalto al Campo de Hielo Sur. Cinco militares españoles y un cámara civil forman parte de la expedición formada por 15 hombres, todos expertos en montaña, una travesía combinada de España y Chile.
“Los últimos días ha caído más de metro y medio de nieve en la zona. Creo que nos va bien, y esta semana vamos a ir trabajando la aproximación y planificación, a la espera de esa ventana de buen tiempo que nos permita entrar en el Campo de Hielo Sur y al volcán Lautaro”, explicó el coronel Ayora, jefe de la expedición, desde el Cuartel General de la División I. Tanto él como el teniente coronel Felipe Alcayaga, que está al frente de la Compañía Andina Divisionaria N20 Cochrane, coincidieron en destacar que la colaboración está resultando “ya desde el inicio, una experiencia fantástica”.
De arriba a abajo, panorámica del territorio chileno desde el avión; los españoles, junto a los responsables del grupo chileno ultimando los detalles de la expedición, y conferencia del coronel Ayora. GMAM OCP EMMOE
29/octubre/2023
Comienza la expedición del Grupo Militar de Alta Montaña al Campo de Hielo Sur en la Patagonia
El Ejército de Chile dará apoyo a los expedicionarios que han estado preparándose en Laponia y Noruega
Los componentes del GMAM ultimando los preparativos en la EMMOE en una imagen facilitada por los expedicionarios.
El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) se encuentra desde el domingo en Chile, preparándose para afrontar su próximo reto: una travesía combinada con el Ejército de aquel país al Campo de Hielo Sur, con esquís y trineos y realizada de forma autónoma. En las próximas semanas, el equipo tendrá que enfrentarse a condiciones extremas en su recorrido por la tercera extensión de hielo continental más grande del planeta. El desafío pasa por conquistar la cima del volcán Lautaro, situado a 3.623 m de altitud. Para ello, los expedicionarios se han sometido durante los últimos meses a una exigente preparación en Laponia y Noruega. La expedición cuenta con el apoyo del Ejército de Chile, como se indica en la nota de prensa remitida a los medios por la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca, sede del GMAM.
El coronel Alberto Ayora está al frente de un grupo integrado por 15 personas: seis de nacionalidad española y el resto, chilena. Le acompañan el sargento primero José G. Español (EMMOE), el cabo primero Francisco Borja y el cabo Miguel Planas (USBAD Oroel), y el cabo Jesús María (Guardia Real).
Junto a ellos, viaja Luis Miguel López, alpinista, fotógrafo y operador de cámara con más de 20 años de experiencia. López Soriano ha participado en una veintena de expediciones a ochomiles, incluido el K2 el pasado verano, y ha rodado en lugares tan inhóspitos como la Antártida, la Patagonia, el Karakorum y Nepal.
Salomba Ventures –que lleva el sello de Sebastián Álvaro (Al filo de lo imposible)– realiza un documental centrado en el desarrollo de la expedición al Campo de Hielo Sur, donde también abordará la historia del GMAM, la colaboración entre el Ejército de Tierra y el Ejército chileno y la historia del hielo patagónico, así como otras expediciones históricas y recientes en este territorio.
El equipo chileno lo componen el teniente coronel Felipe Alcayaga, al frente de la Compañía Andina Divisionaria N20 Cochrane; el capitán Felipe Williams, responsable de la Unidad de Reconocimiento; el cabo primero Marcelo Vásquez (enfermero militar de combate); el cabo primero Daniel Mora (patrullero y encargado de telecomunicaciones); el cabo segundo Cristian Parada (patrullero y encargado de la logística), y el cabo segundo Fernando Valdés (patrullero). La expedición se completa con el teniente Rodrigo Jara, que está al frente de la Unidad de Rescate; el cabo primero Luis Ibáñez y los cabos segundo Felipe Cantón (conductor de moto de nieve) y Bernardo Ávila. Todo el personal es especialista en montaña.
La primera escala de los expedicionarios es Coyhaique, para encontrarse y conocer al equipo chileno, a la espera de que las condiciones sean las adecuadas para embarcarse en una patrullera en O’Higgins. Posteriormente, también cuando la situación lo permita, ascenderán al Campo de Hielo Sur en helicóptero. En caso contrario, deberán portear, en varias ascensiones, el material hasta el refugio desde donde tienen previsto iniciar la travesía. Para acometer la expedición, los materiales y equipos que se utilizarán serán los propios de una actividad de vida y movimiento en terreno glaciar y alpinismo.
“La expedición al Campo de Hielo Sur no solo constituye el desafío más importante de 2023 para este equipo de reconocido prestigio internacional”, señala la EMMOE en su nota, que detalla que “servirá también para seguir avanzando en la aplicación de las últimas tecnologías y avances como la inteligencia artificial en la toma de decisiones en situaciones límite”.
Cabe recordar que uno de los objetivos del GMAM desde que se creó en 1985 es la experimentación de técnicas y materiales para su posterior aplicación en el ámbito militar y civil, en campos tan complejos como la medicina, la psiquiatría, la biomedicina y la física.
Periodo de adaptación en Noruega y Laponia. EMMOE
Los expedicionarios antes de tomar el vuelo hacia tierras chilenas. EMMOE
Sobre el Grupo Militar de Alta Montaña
Creado en 1985, la EMMOE es el órgano de coordinación y gestión que apoya y sostiene al Grupo Militar de Alta Montaña, correspondiendo al director del centro ejercer su jefatura. Sus componentes son seleccionados entre oficiales, suboficiales y tropa con óptimo rendimiento en su historial montañero.
El GMAM se reinventaba con nuevos desafíos en 2018. En sus casi cuatro décadas de historia cuenta con retos como la culminación del proyecto de las Siete cimas, ascendiendo a la más alta cumbre de cada continente: Everest (Asia), Pico Vinson (Antártida), Elbrus (Europa), Kilimanjaro (África), Aconcagua (América del Sur), Pirámide de Casrstensz (Indonesia) y McKinley (América del Norte). A ello, se suma la consecución de los tres polos del planeta (Polo Norte, Polo Sur y Everest), además de las incontables expediciones y ascensiones, entre las que destacan numerosos ochomiles, y una trayectoria que le sitúa a la cabeza de los grupos de montaña más prestigiosos de la esfera internacional. Su última salida fue al Karakorum, en 2022.
9/octubre/2023
El campo de hielo patagónico, la frontera desconocida
El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) recupera la esencia de la exploración en su nuevo reto a los hielos perpetuos del hemisferio austral
“Hay pocos países en el mundo que hayan aportado a la exploración del Planeta tanto como España. Este hecho, incontestable para los historiadores rigurosos, no ha sido suficientemente valorado por el resto del gran público, incluidos los propios españoles, que a menudo han sentido mayor admiración por las gestas de viajeros anglosajones, franceses, holandeses, norteamericanos y de otros países que por las de nuestros paisanos, que en nada desmerecen”. Con esta reflexión comienza el prólogo de Atlas de los exploradores españoles, una obra de referencia en su género que fue editada por la Sociedad Geográfica Española en 2021.
Tanto el pequeño fragmento aquí reproducido, como el libro en su conjunto, sirven de contexto para hablar de la expedición que emprenderá en próximas fechas el Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM), que tiene su sede en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca. Como recordó el coronel director y jefe del GMAM, Mariano Alonso Velasco, en el acto para presentar los objetivos del bienio 2023-2024, la finalidad de este grupo, creado en 1985 por el Jefe del Ejército de Tierra, “es realizar ascensiones a las más altas y prestigiosas montañas del Planeta” y “reconocer zonas que han sido poco exploradas”.
El primer reto del GMAM es el campo de hielo patagónico sur, un lugar inhóspito, poco explorado y sujeto a unas condiciones climáticas y meteorológicas extremas donde todavía es posible vivir la aventura y enfrentarse a lo desconocido. La expedición, que se desarrollará entre el 30 de octubre y el 29 de noviembre, comparte el espíritu de las antiguas exploraciones a estas lejanas latitudes del hemisferio sur, donde los españoles fueron pioneros a raíz del descubrimiento del estrecho de Magallanes en 1520. Al alma viajera que alimenta este nuevo desafío del GMAM, se une también el impulso explorador e investigador que siempre ha definido al carácter militar.
El frustrado intento, en 2022, de hollar el Honbroc Peak, una cumbre de 6.459 m de altitud, situada en el Karakorum paquistaní, “ha supuesto un acicate” para buscar nuevos alicientes, aseguró Mariano Alonso. “La actividad más importante de este año es una travesía con esquís y trineos de forma autónoma en los campos de hielo de la Patagonia sur y la ascensión al volcán Lautaro, de más de 3.600 m de altitud, una actividad que realizaremos conjuntamente con el Ejército chileno”, anunció.
En la travesía y ascensión participará un grupo de quince expedicionarios, distribuidos en cinco patrullas (dos españolas y tres chilenas), de tres componentes cada una. El grupo estará dirigido por el coronel Alberto Ayora, presidente de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME), director técnico del GMAM durante más de una década y director jefe de las expediciones que acometerá el grupo en 2023 y 2024. Además de él, participan el sargento primero José G. Español Latorre y el cabo primero Francisco Borja Álvarez, pertenecientes ambos a la EMMOE; el cabo Miguel Plans Tena, de la USBAD Oroel; el cabo Jesús María Gómez Merchán, de la Guardia Real, y el cámara civil Luis Miguel Soriano, “que tiene un historial montañero y expedicionario del máximo nivel”, apuntó Alonso, recordando que se cuenta con la implicación del montañero, aventurero y productor Sebastián Álvaro, que realizará los documentales de esta expedición al campo de hielo patagónico sur y de la prevista en 2024, que de nuevo tendrá como destino la cordillera del Karakorum.
Rueda de presenta de presentación de la expedición al campo de hielo patagónico sur. EL PIRINEO ARAGONÉS
“Volvemos al hielo”
El GMAM tiene en su haber numerosas expediciones a las grandes zonas heladas del Planeta. A las travesías polares de finales de los 90 del pasado siglo, coincidiendo con la celebración del Año Polar Internacional de 2007, se afrontó la ascensión al Gunnbjörn (3.694 m) –la montaña más alta de Groenladia–, y la travesía al campo de hielo patagónico norte y cerro Ladrillero (1.705 m).
Desde entonces, el GMAM se ha movido en otros escenarios y entornos, por lo que la campaña de este año supone un regreso al hielo, como lo calificó Alberto Ayora, que recordó las vicisitudes vividas en aquel momento en la Patagonia. “Fue una expedición que nos marcó a todos los que estuvimos allí por varios motivos: primero, porque nos dimos de bruces con la realidad del terreno”; y segundo, “por el clima infernal, por ese viento patagónico que hizo que tuviéramos que estar en una cueva de nieve y [vivir] una situación muy delicada durante cuatro días”, explicó, recordando que, años antes, condiciones similares obligaron al equipo del programa de TVE Al filo de lo imposible de Sebastián Álvaro a permanecer durante once días en otra cueva de nieve. “A nosotros nos pasó lo mismo”, y aunque “conseguimos in extremis salvarnos y volver todos a casa, cuatro de los diez miembros del grupo sufrieron congelaciones”.
“Ahora volvemos otra vez, y lo hacemos con Sebastián Álvaro, porque es importante contar lo que vamos a vivir y lo que vamos a hacer en una zona que resulta muy interesante desde un punto de vista militar, porque uno de nuestros principales objetivos es trabajar en escenarios de frío extremo en los que podamos probarnos a nosotros mismos, además de “experimentar nuevos materiales”, dijo, señalando que son cometidos y experiencias muy útiles para aplicar luego en las misiones internacionales en las que participa España, como la que se desarrolla actualmente en el Báltico, amparada por la OTAN.
El campo de hielo patagónico sur es una gran extensión de hielos continentales (la tercera más extensa del mundo tras las de la Antártida y Groenlandia; la mayor de todas las de carácter continental no polar y con acceso terrestre), situada en los Andes patagónicos, en la frontera entre Argentina y Chile. También es denominado “hielo continental patagónico” en Argentina y “campo de hielo sur” en Chile, para diferenciarlo del campo de hielo norte.
Se extiende de norte a sur a lo largo de 350 km, desde los 48°20’ S hasta los 51°30’ S. Tiene una extensión de 16.800 km2, de los cuales 14.200 km2 pertenecen a Chile y 2.600 km2 a Argentina, aunque los límites aún se encuentran pendientes de demarcación de común acuerdo por ambos países.
Del campo de hielo se desprenden un total de 49 glaciares, entre los que se encuentran el Upsala (902 km2) y Viedma (978 km2), entre Chile y Argentina; Perito Moreno (258 km2), en Argentina, y Jorge Mont, Pío XI (el mayor del hemisferio sur fuera de la Antártida, con 1.265 km2), O’Higgins, Bernardo, Tyndall y Grey, que se encuentran todos ellos bajo la administración chilena.
Gran parte de su extensión está protegida al formar parte de diferentes parques nacionales: los de Bernardo O’Higgins y Torres del Paine, en Chile, y el de Los Glaciares, en Argentina.
Campo de hielo patagónico sur con el volcán Lautaro y el cerro Mimosa en la parte superior derecha, en una imagen facilitada por el GMAM.
Ascensión al volcán Lautaro y travesía con esquís y trineos
La expedición al campo de hielo patagónico sur está precedida de una fase previa de preparación, que tiene como finalidad la adaptación de los componentes del GMAM, además de poner a prueba las técnicas y los materiales que utilizan para moverse en entornos de frío extremo. Este proceso se completará en la segunda quincena de octubre en la Laponia noruega. El viaje a tierras chilenas está programado para el 30 de octubre, con la idea de comenzar la ascensión al volcán Lautaro el 7 de noviembre. El Lautaro (3.623 m) “es un volcán activo que está dentro del campo de hielo sur y que es todavía muy desconocido”, detalló Alberto Ayora, que comentó que los pocos intentos de ascenso que ha habido hasta ahora han acabado casi todos en abandono porque “con la actividad volcánica se abren grietas importantes”.
“Nuestra intención no es solo ascender el volcán, sino realizar una travesía circular rodeando el cordón de los cerros Pirámide. Entraremos por la laguna O’Higgins y saldremos por la laguna Chico”, indicó el director de la expedición, que aclaró que el desarrollo tanto de la ascensión como de la travesía dependerá de las condiciones meteorológicas con las que se encuentren. “Sin duda habrá días en los que tendremos que parar y vivaquear en tiendas de campaña o en cuevas de nieve; pero para esto nos hemos preparado y, afortunadamente, también vamos a contar” con la colaboración del Ejército de Chile. “Además de la patrulla chilena y española con la que entraremos en el hielo, dispondremos de una patrulla de rescate, que estará desplegada y dispuesta por si tuviera que intervenir”.
Los materiales y equipos que se emplearán son los propios de una actividad de vida y movimiento en terreno glaciar y alpinismo. La travesía se acometerá con esquís de montaña y trineos (pulkas con tienda incorporada), siendo las patrullas autónomas en lo que a vida y movimiento se refiere. Una de las novedades importantes que se han incorporado al equipo, son los packraft, pequeños kayaks hinchables, ligeros y compactos, que pueden llevarse como una mochila para ser utilizados en el caso de que sea necesario cruzar canales y zonas de agua que surjan de imprevisto durante la travesía.
Tanto en esta expedición, como en la que se proyecta para 2024 al Karakorum, el interés del GMAM es explorar “zonas recónditas salvajes que todavía se conservan” en el Planeta y “huir de la masificación” y el negocio en el que se ha convertido actualmente el alpinismo y, en concreto, la ascensión a los grandes ochomiles del Himalaya, reflexionó Ayora.
Presentación de la nueva expedición del GMAM en el acuartelamiento San Bernardo, sede de la EMMOE de Jaca. EL PIRINEO ARAGONÉS
Los expedicionarios del GMAM. De izquierda a derecha: José G. Español Latorre, Jesús María Gómez Merchán, Alberto Ayora Hirsch (coronel jefe de la expedición) y Francisco Borja Álvarez. Faltan: Miguel Plans Tena y Luis Miguel López Soriano (cámara de la expedición). EL PIRINEO ARAGONÉS
El estrecho de Magallanes, la caja de Pandora
Para Sebastián Álvaro, la expedición al campo de hielo patagónico tiene “una gran historia para contar”, un relato que “trasciende a todos nosotros y que merece la pena ser conocido, transmitido y compartido”.
“Conozco muy bien el hielo patagónico sur, porque fuimos los primeros en hacer una travesía completa longitudinal en el año 1993”, evocó el que fuera director de Al filo de lo imposible. “Y también porque pocos años después hicimos una travesía que unió el Pacífico con el Atlántico, en otra expedición venturosa en la que utilizamos piraguas para subir del mar al hielo, atravesar el hielo empleando esas mismas piraguas como si fueran trineos, y luego surcar el río Santa Cruz hasta llegar al Atlántico”.
“Las dos veces que fuimos al hielo patagónico sur estuvimos a punto de no salir, y lo digo porque muchas veces no damos la importancia que tiene una aventura en este sitio”, remarcó, apuntando que se trata de un lugar “todavía muy poco conocido”, con zonas “prácticamente inexploradas” y donde las condiciones del clima “son muy cambiantes”. “Cuando se pone malo, te lleva al límite de tus posibilidades”, ya que, al ser un lugar en el que confluyen las corrientes del Pacífico, el Atlántico y la Antártida, los vientos pueden superar los 150 km/h. Unas condiciones atmosféricas que, unidas al frío y la humedad, “hablan de las dificultades” de un paisaje límite, situado en el extremo de la Tierra.
Aventura y exploración, recuperar el espíritu renacentista
A la componente de aventura y exploración, se une el aliciente de recorrer uno de los lugares del Planeta que, junto a Groenlandia, está mudando su fisonomía como consecuencia del cambio climático. “Literalmente se están derritiendo los últimos paisajes de hielo que quedan en el Planeta”, afirmó Álvaro.
Pero, además, en este proyecto concurre “un componente histórico que mucha gente desconoce: que estas zonas de la Patagonia y Tierra de Fuego ya fueron exploradas por los primeros navegantes españoles que se adentraron en ellas”, indicó, refiriéndose a las expediciones de Juan Ladrillero y Pedro Sarmiento de Gamboa, en 1557 y 1580, respectivamente. “Son dos tipos absolutamente extraordinarios, cuyas aventuras trascienden a todo”, aseguró.
“Ladrillero partió en 1557 desde el puerto chileno de Valdivia con tres bergantines. Navegando hacia el este en busca del paso hacia el Atlántico, exploró numerosos canales y senos de aquella región hasta llegar al seno de Última Esperanza, donde hoy se asienta Puerto Natales. Localizada al fin la boca del estrecho, Ladrillero se adentró por las engañosas vías que presentaba y permaneció durante meses de navegación errática hasta que localizó el paso más ancho entre uno y otro océano. En agosto de 1558 inició el camino de vuelta desde el Atlántico, que fue aún más penoso que el de ida. Las tormentas, los vientos huracanados, la escasez de vituallas y el cansancio obligaron a los expedicionarios a detenerse e invernar durante cinco meses en un punto que vinieron a llamar Nuestra Señora de los Remedios. Por fin salieron de nuevo al Pacífico, que los acogió con terribles tormentas y que a punto estuvo de mandar los barcos a dormir en su fondo. Por si fuera poco, la tripulación se amotinó, aunque la cosa no llegó a mayores. Casi dos años después de su partida, regresó a Concepción con un informe para presentar al rey Felipe que tituló Descripción de la costa del Mar Océano desde el sur de Valdivia hasta el estrecho de Magallanes. Al poco de terminar su redacción, agotado y enfermo, pudo descansar eternamente”. Así se recoge esta historia protagonizada por Juan Ladrillero en el ya citado Atlas de los exploradores españoles, donde también se incluye la exploración que realizó años después el navegante, astrónomo e historiador Pedro Sarmiento de Gamboa, al que se le encargó reconocer el extremo austral de la Patagonia y Tierra de Fuego, identificar todas las bocas occidentales del estrecho, trazar cartas para fijar la mejor ruta de navegación hacia España, contactar con los nativos para formar traductores y estudiar la flora y la fauna.
“En su crónica Derrotero al Estrecho de Magallanes describió con la precisión de un científico las incidencias del viaje, los accidentes geográficos y los recursos que descubrió (…) Diseñó un proyecto para poblar y fortificar el estrecho de Magallanes. Con este fin, en diciembre de 1581, Felipe II lo envió a aquellos parajes con una flota de veinticuatro navíos y dos mil quinientos hombres, al mando de un almirante inepto”. La expedición acabó dos años después en fracaso, aunque él, a diferencia de los cuatrocientos colonos que se quedaron allí, pudo salvarse, no sin pasar por múltiples vicisitudes después ser arrojado al Atlántico por una tormenta y sufrir cautiverio, primero a manos de los ingleses y luego de los franceses, durante varios años.
“Queremos comparar las descripciones de los hielos patagónicos que hicieron Juan Ladrillero y Pedro Sarmiento de Gamboa, y que se encuentran en el Archivo de Indias, con las imágenes aéreas que se realizaron sobrevolando la zona en los años 50 y 60 y con lo que ahora nos encontremos allí”, explicó Sebastián Álvaro. “En lo que a nosotros nos concierne, el documental tiene un origen práctico, que consiste en llegar, explorar la zona, subir al volcán y regresar a casa todos bien; es decir, lo que requiere una expedición en toda regla, pero en la que tendremos que llevar mucho cuidado, porque nada tiene sentido si no volvemos a casa y no podemos contar aquello que hemos visto. Y luego hay un aspecto que es intelectual y que tiene que ver con esto que hemos hablado, con la necesidad de conservar el Planeta, una necesidad que diría que es casi espiritual y que entronca con aquel espíritu renacentista de ver el mundo y entenderlo en toda su magnitud”, manifestó Álvaro, que dijo que lo que él busca, sumándose a este nuevo proyecto del GMAM, “es contar una historia”, pero ofreciendo “una visión global de uno de los lugares más bonitos del mundo”. “Estuve el año pasado en la Antártida, donde ya se aprecian los primeros signos del cambio climático. Y por encima de la Antártida está la Patagonia, donde todos los indicadores nos dicen que el retroceso de los glaciares va mucho más rápido de lo que pensamos. De hecho, hay glaciares que vi en 1993 que ya no existen, es decir, en un periodo breve de tiempo estamos observando que la masa glaciar en la zona sur del Planeta está desapareciendo, y eso es lo que vamos a comprobar”, concluyó.
El volcán Lautaro (3.626 m) en una fotografía facilitada por el GMAM.
Cómo afecta el estrés físico y mental en la toma de decisiones
El estudio de cómo afectan las condiciones de estrés, tanto físico como mental, a los militares que participan en las expediciones del GMAM es otro de los objetivos principales de este proyecto. Como recordó el teniente coronel médico, Jorge Palop, fue en la expedición de 2007 a Groenlandia cuando empezaron a analizarse parámetros biomédicos para establecer qué relación existe entre los estados de estrés que afectan a las personas sometidas a situaciones límite y su comportamiento en la toma de decisiones.
La expedición al campo de hielo patagónico sur ofrece una nueva oportunidad para seguir avanzando en estas investigaciones, a las que van a incorporarse las últimas innovaciones que ofrecen las herramientas de la inteligencia artificial. El proyecto pivota en torno a tres ejes: “la confirmación desde el punto de vista biomédico de que el sujeto está efectivamente sometido a una situación de estrés; la valoración de cómo afectan todas estas situaciones (estrés físico, altitud, frío extremo u otros factores que impone el medio) en las emociones, y cómo la inteligencia artificial puede ayudar en la toma de decisiones”, detalló Palop, que comentó que, para desarrollar estos estudios, se cuenta con el apoyo del capitán psicólogo de la EMMOE, Óscar Restrepo, y la Universidad de Zaragoza.
“Estamos hablando de la toma de decisiones que, en un momento dado, pueden comprometer la seguridad o el éxito de la expedición”, de ahí la importancia de realizar esta clase de trabajos que, además, pueden tener una aplicación posterior en la preparación de los militares que participan en misiones internacionales de alto riesgo o que se encuentran en áreas de frío extremo.
“Evidentemente estamos ante un proyecto a largo plazo, porque la inteligencia artificial necesita retroalimentarse y entrenarse para poder llegar a resultados que sean fiables”, advirtió Palop. “Por eso, vamos a comenzar con escenarios muy acotados y situaciones concretas que nos permitan ir ensayando y experimentando para seguir adelante con el proyecto”, añadió. Es una apuesta “interesante” y que sigue el camino ya recorrido en expediciones anteriores, con la finalidad que de todo el conocimiento que pueda obtenerse no se aplique solo al ámbito militar, sino que trascienda a toda la ciudadanía. “Queremos que sea una herramienta útil para la sociedad y que ayude a resolver todas aquellas situaciones de este tipo que puedan plantearse”, expuso.