Para ver este sitio web deber tener activado JavaScript en tu navegador. Haz click aqui para ver como activar Javascript

«La proliferación de aplicaciones de clonación es una realidad cada día más presente. Un fenómeno muy controvertido que ofrece grandes oportunidades, a la vez que desnuda las carencias de la sociedad a la hora de regular este tipo de tecnología»

La clonación de voz e imagen es un fenómeno reciente con un gran potencial, para bien y para mal.

En artículos anteriores, hemos analizado el fenómeno conocido como transformación digital, el cual, desde la explosión de la IA (inteligencia artificial) hace algo más de un año, se ha visto acelerado de forma exponencial.

La teoría nos dice que toda esta transformación que estamos viviendo significa una gran oportunidad; sin embargo, el profundo desconocimiento sobre este tipo de tecnología, hace que muchas veces estas oportunidades se diluyan como un azucarillo en un café.

Un ejemplo es la aplicación de IA a nuestras tareas diarias. Herramientas que nos dan la posibilidad de poder adaptar la tecnología a nuestras necesidades, tanto profesionales como personales.

La posibilidad de crear nuestras propias herramientas uniendo distintos tipos de IA. Que las empresas diseñen sus propias herramientas adaptándolas a cada puesto de trabajo. El objetivo es automatizar procesos para liberar tiempo de los profesionales que componen cualquier organización. Tiempo que cada profesional puede dedicar a otra cosa.

Se trata de algo completamente disruptivo. Tecnología a un coste asumible y accesible (fácil de usar) que está empezando a llegar a las empresas y que va a transformar por completo muchos modelos de negocio. Veamos un ejemplo: si son lectores habituales de esta columna, sabrán que desde hace un tiempo dispongo de mi propio chatbot, una especie de chat GPT personal al que entreno de forma regular con artículos, trabajos o videos propios sobre mi especialidad, el marketing digital.

Gracias al entrenamiento, el bot es capaz de responder de forma correcta preguntas concretas sobre un determinado tema. También es capaz de redactar artículos basados en la información contenida en esa base de datos. Artículos buenos en fondo, pero también en forma, ya que, gracias al análisis de la estructura gramatical de mi propio trabajo, es capaz de imitar mi tono y estilo de escritura.

El siguiente paso es dotar al chatbot de mi propia voz. Para ello, estoy clonando mi voz, un proceso que a día de hoy es lento y farragoso, pero cuya evolución se espera sea muy grande en los próximos meses.

La clonación de voz por medio de IA, un tema muy controvertido. Recientemente hemos conocido la demanda interpuesta por Scarlett Johansson contra una empresa que ha clonado tanto su voz como su imagen como reclamo publicitario.

Es evidente que la clonación por IA tiene un potencial muy grande, tanto como los retos éticos y de seguridad que presenta: suplantación de identidad y fraudes, cuestiones relacionadas con consentimiento, desinformación y fake news, privacidad o el propio impacto que pueda tener en la industria de la voz.

Por otro lado, puede restaurar la voz de personas que la han perdido, personalizar la interacción con un cliente, diseñar materiales educativos o activar respuestas predeterminadas para cuestiones concretas con nuestra propia voz.

No Comments Yet

Comments are closed