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Una mujer tuvo que ser ingresada en el Hospital de San Jorge por una hipotermia de grado dos

Los grupos de rescate en montaña de la Guardia Civil realizaron el sábado, 28 de octubre, un complejo rescate en el barranco de Vadiello, en Huesca. Fue una de las dos actuaciones registradas durante el fin de semana. Además, de la operación para auxiliar a los cuatro barranquistas valencianos, dos hombres y dos mujeres de edades comprendidas entre los 50 y los 53 años, fue socorrido un cazador que se fracturó una pierna cuando transitaba por el afluente oriental de la Aigüeta de Barbaruens, en Benasque. Se trata de un hombre de 51 años, vecino de la capital de la provincia de Huesca, que fue atendido en el centro de salud de Castejón de Sos.

En la intervención de Vadiello participaron el GREIM y la Unidad Aérea de Huesca y un médico del 061. El aviso se recibió en torno a las cinco de la tarde, a través del COS 062 de la Guardia Civil y el 112 SOS Aragón, indicando que dos hombres y dos mujeres que estaban realizando el barranco Lanzas habían sufrido problemas mientras rapelaban, quedándose uno de ellos colgado en mitad del descenso. Se trata de uno de los barrancos más difíciles y técnicos que se encuentran en esa zona, explicó la Guardia Civil en una nota de prensa.

Tras sobrevolar el área, localizaron a dos barranquistas colgados de la cuerda: uno de ellos se hallaba bien, ya que tenía los pies en una repisa, mientras que la mujer estaba suspendida en el aire, a mitad de una canal, donde el agua fría le estaba cayendo en forma de lluvia intensa.

En un principio se intentó realizar un ciclo de grúa convencional, pero no se consiguió llegar hasta ella, aun desplegando los 50 m de cable de los que dispone la grúa del helicóptero, por lo que un especialista del GREIM tuvo que rapelar desde el punto en que ya no llegaba el cable hasta la barranquista, utilizando una cuerda de 20 m.

“El hecho de estar a unos 70 m del helicóptero supone una maniobra especialmente difícil para el especialista que está suspendido en el aire; pero consiguió, sin llegar a cortar las cuerdas que la sujetaban, desprenderla de su atadura y asegurarla rápidamente, procediendo a su evacuación”, relata la Guardia Civil en su comunicado. Ambos, barranquista y especialista, colgados del amarre a unos 20 m del helicóptero, fueron llevados hasta una zona de depósito donde se encontraba otro compañero del GREIM. La mujer apenas podía andar y hablar, ya que estaba totalmente mojada y con evidentes síntomas de hipotermia, por lo que se intentó que entrase en calor.

“El hecho de haber realizado el rescate de la barranquista con ciclo de grúa combinado con un ciclo de cuerda supuso evitar un grave peligro para la vida de la mujer ya que presentaba hipotermia y no podía moverse por sus propios medios”, señala la Guardia Civil.

Los dos especialistas de montaña fueron trasladados nuevamente al alto del barranco, para recoger a las otras tres personas que aún permanecían allí, dado que el día estaba muy nublado y se hacía de noche. Mientras, el helicóptero trasladó a la mujer al Hospital San Jorge con una hipotermia de grado dos.

Debido a esta circunstancia, los componentes del GREIM tuvieron que continuar con el rescate sin poder contar con la ayuda de la aeronave, teniendo que realizar el barranco de noche y prácticamente en su totalidad, unos 200 m de descenso hasta llegar al lugar donde estaban los barranquistas.

Una vez tomado contacto con ellos, la otra mujer que formaba parte del grupo, no se encontraba bien, con mucho frío en las manos y sin sentir apenas las piernas, por lo que los especialistas, extremando la seguridad, tuvieron que hacerse cargo de ella, mientras que los dos hombres, que estaban bien, lo hicieron por sus propios medios hasta un punto en el que se reagruparon todos. Una vez allí, continuaron descendiendo el barranco, avanzando lentamente y acentuando todavía más las medidas de seguridad al tratarse de un paso muy técnico. Conscientes de la dificultad del rescate, hasta el lugar, se dirigieron otros dos agentes del GREIM de Huesca, cuya participación en la parte final de la operación de salvamento “resultó fundamental”, dando apoyo a sus compañeros. Finalmente, los tres barranquistas fueron llevados en un vehículo oficial hasta su coche, dando por concluida la operación.

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