La contadora de películas (2023)
Duración: 115 min. País: España. Dirección: Lone Scherfig. Guion: Walter Salles, Rafa Russo, Isabel Coixet. Novela: Hernán Rivera Letelier. Reparto:Bérénice Bejo, Antonio de la Torre, Daniel Brühl, Sara Becker, Alondra Valenzuela. Música: Fernando Velázquez. Fotografía: Daniel Aranyó. Productoras: A Contracorriente Films, Selenium Films, Altiro Films.
Estamos ante un film de producción española, francesa y chilena de la directora danesa Lone Scherfig. Desde sus primeros films como Italiano para principiantes (2000), y sus numerosos trabajos en televisión (The Astronaut Wives Club, de 2015) ya estaban dando síntomas inequívocos de su potencial y esto queda patente en su último trabajo. Una pequeña historia sobre el cine.
En los años 60 del pasado siglo, con la irrupción de la televisión, muchos cines de poblaciones pequeñas sucumbieron, dejando sin ese ritual a sus gentes, sin esa conexión con el mundo que muchas generaciones habían podido tener hasta el momento. Basada en la novela homónima del escritor chileno Hernán Rivera Letelie, que retrataba una sociedad explotada a la que solo le quedaba la tarde del domingo como forma de evasión. Este texto provocó en la directora un gran impacto, y una conexión con toda su filmografía anterior, que le indujo a rodar esta producción como homenaje al cine, a su mundo. Posee el encanto de Cinema Paradiso, ese que hace ver cómo el cine es aprendizaje, terapia y consuelo para quienes la vida no ha sido fácil. Una joven apasionada por las películas, tiene un don muy especial, la habilidad de contar las películas. Ese talento será apreciado por todo el pueblo, cambiando el destino de su familia. Un bonito cuento que atrapa, que da esperanza, a la vez que retrata el pasado más cercano de Chile, mientras te cuentan películas muy conocidas (Los diez mandamientos, Espartaco, El bueno, el feo y el malo o El apartamento), pero que contadas por las actrices Sara Becker y Alondra Valenzuela, en diferentes edades y momentos, creeremos oírlas por primera vez.
En el reparto, también figura Daniel Brühl, en un papel muy logrado y consistente. Igualmente, destacar a Bérénice Bejo, conocida por su papel en The Artist. Es meritorio para la directora y para los propios actores que siendo de otra nacionalidad, acaben siendo convincentes como chilenos. También el trabajo de vestuario y maquillaje cumplen sobradamente para ese mismo cometido. Maravilloso film que destila amor al cine, con cierta nostalgia, y algo de tristeza, porque todos sabemos que la dictadura militar cambiaría el rumbo del país, y de sus personajes.
