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Tan solo permanecen dos personas, una de administración y otra de seguridad, para evitar la pérdida de la contrata

Protestas en el acto de colocación de la primera piedra del recrecimiento de Yesa hace 22 años. EL PIRINEO ARAGONÉS

Tal fecha como hoy, de hace 23 años, el Pirineo aragonés se movilizó con un paro sin precedentes de dos horas seguido de concentraciones que sumaron más de 10.000 personas. Las demandas eran claras, exigiendo la paralización de las grandes obras planificadas en su territorio, entre ellas el recrecimiento de Yesa, dignidad y respeto para el conjunto del espacio montañés y la revisión de lo planificado para ajustarlo a la entonces incipiente Nueva Cultura del Agua y la directiva marco europea, recién aprobada.

Resulta evidente que, desde aquella fecha, se han producido evidentes avances que han dejado en la cuneta de la historia proyectos como Jánovas, Santaliestra o Biscarrués. La excepción ha sido el recrecimiento de Yesa que, por el papel que había de jugar en políticas trasvasistas y su carácter de megaobra generadora de sustanciosos beneficios para constructoras y consultoras, se impidió para entrar en el camino de la irracionalidad.

Pero a veces, donde la racionalidad humana no entra, aparece la dinámica de la naturaleza que termina imponiendo su ley. Es lo que está ocurriendo con el recrecimiento de Yesa. Después de 22 años de haberse puesto la primera piedra, después de multiplicar su presupuesto por cuatro, hasta llevar 400 millones de euros gastados, después de llevar destrucción premeditada a Artieda, Sigüés y Mianos, podemos confirmar que, a fecha de hoy, las obras están TOTALMENTE PARALIZADAS y tan solo dos personas, una de administración y otra de seguridad, permanecen para evitar la cancelación del contrato por abandono de la obra.

Este dato no hace sino confirmar la respuesta reciente recibida de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), donde se reconocen las dificultades para aprobar el modificado número 4 que, estamos convencidos, será incapaz de dar una solución segura para resolver los problemas que con carácter estructural arrastran las obras de recrecimiento.

Ante este estado de cosas, desde la Asociación Río Aragón y Yesa+NO, exigimos que se reconozca la inviabilidad, desde el punto de vista de la seguridad, del recrecimiento de Yesa. También, su inconsistencia desde el punto de vista de la racionalidad. Por ello, debe procederse a la rescisión definitiva del contrato con la UTE Yesa y a la revisión total del proyecto, para finalizar consolidando la presa actual, reduciendo su cota a niveles de seguridad y restituyendo el mal ocasionado por tan nefasta actuación.

Terminamos exigiendo que, con urgencia, se intervenga en el entorno del pueblo de Sigüés, para corregir el lamentable estado en que lo han dejado.

Firmado:  MIGUEL SOLANA (Presidente de la Asociación Río Aragón)
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