
El rey Mono (The Monkey King, 2023)
Duración: 92 min. País: China. Dirección: Anthony Stacchi. Guion: Steve Bencich, Ron J. Friedman. Reparto: Voz del protagonista: Jimmy O. Yang, BD Wong, Stephanie Hsu, Jo Koy y Jolie Hoang-Rappaport (V.O). Fotografía: Animación. Productoras: Pearl Studio. Productor: Stephen Chow. Distribuidora: Netflix.
Un mono con un bastón, se une a una niña en un viaje épico en busca de la inmortalidad.
Es sorprendente que un film sin casi publicidad, se esté convirtiendo en uno de los más vistos durante los últimos meses. Una sorprendente coproducción entre China y EE.UU.
Sun Wu-Kong es el rey Mono de la novela Viaje al oeste, publicada en el siglo XVI, durante la dinastía Ming. Está considerada como uno de los grandes clásicos de la literatura china y sus leyendas son muy populares en Asia Oriental. Tomando como base al protagonista, y con ciertas licencias (igual que sirvió de inspiración para Dragon Ball), se ha adaptado al cine de animación para crear una rotunda obra, que sorprende al público infantil y atrapa al adulto. Dato importante: los guionistas son los mismos que la película Hermano Oso.
Una historia bien construida, con personajes algo simples inicialmente, pero que van adquiriendo complejidad conforme pasan los minutos. Además, entronca con las diferentes creencias teológicas, como el confucianismo, taoísmo, pleno de dioses inmortales, y budismo, con la aparición del propio Buda. Un viaje de este divertido rey mono, que deberá cumplir una serie de pruebas para alcanzar la inmortalidad, luchando contra los demonios y desafiando a los propios dioses, que lo observan con cierto aire de arrogancia. Un mono bastante macarra, que era insignificante en su poblado, pero que llega a experimentar toda la fuerza y poder, aunque sin haber aprendido la lección más importante: la humildad.
Interesantes las secuencias de sus múltiples luchas, en un estilo de cómic, basado en pinceladas y brochazos, que constituyen, más que viñetas, verdaderos cuadros. Una animación esmeradamente cuidada, provista de gran colorido y acción muy potente, sin dulcificar, solo atenuada por las “chispas” de humor que el mono aporta en cada momento.
La dirección corre a cargo de Anthony Stacchi, quien dirigió The Boxtrolls en 2014, y que, en esta ocasión, retorna con el mismo espíritu de ingenio, acompañado de cierto toque poético, sin renunciar en absoluto a sus principios. Todo ello con un conocimiento rotundo del género de animación, que podría enlazar muy bien con el cine de Katsuhiro Ōtomo (Akira) o el de Hayao Miyazaki (Mi vecino Totoro). Una gran película, entretenida y amena, de auténtica e indiscutible calidad.