
La tercera campaña de excavaciones en el yacimiento romano de El Forau de la Tuta, en Artieda, ha corroborado la excepcionalidad de las termas aparecidas en 2019, no solo por los elementos decorativos que están aflorando y sus características, sino también por sus dimensiones. Se intuía que se trataba de un edificio singular, que permitía pensar que la ciudad levantada en este lugar, a finales del siglo I antes de Cristo, excedía de lo que sería un pequeño asentamiento romano prepirenaico.
Los arqueólogos que forman parte del equipo que está al frente de la excavación del yacimiento coinciden en que se trata de unas termas “excepcionales en tamaño”.
Las termas romanas eran complejos baños públicos que desempeñaban un papel esencial en la vida social, cultural y política de la antigua Roma. Estos baños eran mucho más que simples lugares para lavarse; eran centros de actividad donde la gente se reunía para socializar, hacer ejercicio y relajarse.
Recreación de unas termas romanas.
Un emplazamiento geoestratégico entre Hispania y la Galia. Se desconoce todavía el nombre de la ciudad romana que se levantó en El Forau de la Tuta, en un punto estratégico entre Hispania y la Galia, en la provincia Tarraconense, que llegó a extenderse desde Tarragona hasta la actual León. “La única manera de saberlo es que aparezca alguna inscripción o encontrarla en alguna fuente escrita, porque los autores antiguos mencionaban listas de ciudades”, plantea el profesor e investigador José Ángel Asensio.