La actuación, en la que ha participado un operativo de 80 personas, ha requerido de la presencia de los GEDEX y especialistas en microvoladuras de la Guardia Civil
La Guardia Civil ha informado del rescate de un espeleólogo, vecino de la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid, que en la madrugada del miércoles sufrió un accidente en el interior de una sima, en el macizo kárstico de Larra, en el término municipal de Ansó, en un área próxima a la muga con Navarra.
En la operación de salvamento han participado 50 guardias civiles: 41 de los cuales pertenecen a los GREIM de Jaca, Panticosa, Boltaña, Benasque, Huesca, Mora de Rubielos, Tarazona y Pamplona; 3 especialistas GEDEX Zaragoza; 2 pilotos de la Unidad Aérea de Huesca de la Guardia Civil; 4 especialistas del GREIM expertos en microvoladuras del Área de Cangas de Onís (Asturias), que se sumaron al operativo esta madrugada, y 21 socorristas del Espeleo Socorro Aragonés en apoyo.
En la tarde de ayer, 9 de agosto, se consiguió llegar a la cavidad donde se encontraba el herido, de 52 años de edad, administrándole calmantes al presentar, en principio, una lesión de hombro y del húmero. Las labores de salvamento han continuado durante toda la mañana y han finalizado al mediodía, evacuando al espeleólogo por la boca de la cueva, desde donde ha sido trasladado en helicóptero al Hospital de Jaca.
Ha sido una actuación complicada y técnica, dificultada por las características propias del terreno, que impedía el uso de camillas, y por el tipo de lesiones que presentaba el espeleólogo. Al ser un espacio estrecho y sinuoso, se recurrió a expertos en microvoladuras de los GEDEX Zaragoza y de la propia Guardia Civil. El herido se hallaba a 450 m de profundidad, en la Hoya del Portillo de Larra, por lo que el operativo se dividió en tres tramos de trabajo, mientras un equipo médico permaneció junto a él, hasta que ha podido garantizarse su evacuación.
El accidentado estaba explorando, junto a un equipo de espeleólogos de la Unión de Espeleólogos Vascos (UEV) el Sistema de las Puertas de Illamina (BU56-A60), en el Karst de Larra, cuando sufrió una caída en un resalte de unos 9 m a 800 m de profundidad que le provocó las lesiones ya indicadas. Fueron los propios compañeros los que habrían ayudado a trasladarlo hasta la cota -450 m, donde tenían instalado el campo base, en el interior de la sima.
