Festival Internacional en el Camino de Santiago | Les Sacqueboutiers. Echo.
Les Sacqueboutiers en el concierto que ofrecieron en la iglesia parroquial de Echo. FESTIVAL CAMINO SANTIAGO
Cierra los ojos y viaja. Esa fue la máxima que rezó el nuevo y memorable concierto de Les Sacqueboutiers, directo celebrado en la iglesia de San Martín de Echo la noche del pasado jueves, dentro de la programación del XXXII Festival Internacional en el Camino de Santiago que organiza Diputación de Huesca. Tras pasear su directo por Sevilla, Madrid y Barcelona, el conjunto recaló en el valle cheso y pudo estrenar en Aragón.
Bajo el título paraguas de Vita Bella, el aplaudido programa se centró en la lúcida y brillante interpretación de melodías populares de la cuenca mediterránea, junto a otras incursiones en varios países. La magna piedra filosofal de esta gran formación fue la nueva interpretación de los temas y sus pasajes, bajo un original y multicolor instrumental, que animó y estimuló los sentidos en todo momento, así como la sorpresa y el afecto a la música.
Del Llibre Vermell de Montserrat al Ah vita bella de Lucilla Galeazzi, pasando por jácaras y canarios de Gaspar Sanz o la tarantella de Santiago de Murcia, en la iglesia de Echo piezas de reconocidos compositores se entremezclaron con melodías populares de autores desconocidos, eso sí, todas con un componente común, la búsqueda de la belleza en su forma más simple: la absoluta recreación y protagonismo de la melodía, estudiada y enaltecida en cada uno de los temas por cuatro virtuosos músicos.
La filosofía y el estilo sonoro de Les Sacqueboutiers son claros: lo importante es estar libre de prejuicios y de toda regla. “Lo único que cuenta es esta belleza musical y la alquimia de los timbres de nuestros instrumentos, en un modesto intento de ofrecer una versión diferente de las cosas”, destaca su acordeonista Grégory Daltin, una cuestión celebrada sobre manera en Echo, puesto que, junto al imaginario común con los espectadores, todo fue recreación, alegría y vítores.
Y es que esta edición del festival destaca por su Música y Fiesta como epígrafe común para diferentes propuestas sonoras. “La música es un valor absoluto en la vida de ambos. Ofrecer un programa musical al público es en sí mismo toda una fiesta para nosotros. Estamos encantadísimos de haber actuado en Echo”, subrayan Les Sacqueboutiers.
Grégory Daltin es solista en programas de música clásica, contemporánea, jazz y música improvisada, ha trabajado con la Orchestre National du Capitole de Toulouse, el Ensemble de musique contemporaine Pythagore, la Orchestre de la Cité d’Ingres, la Orquesta de Cámara de Toulouse, el conjunto MG21 y otros. Lo mismo él y todo su equipo: Florent Tisseyre en las múltiples percusiones, Daniel Lassalle con el sacabuche y Benoît Albert ante la guitarra, de máximo nivel los cuatro. De platino. Toda esa riqueza conjunta es… armonía espontánea, más allá de lo popular y de ese jazz.
Les Sacqueboutiers está de gira durante todo el año con diversos programas. “Acabamos de terminar una residencia para crear un nuevo concierto con la músico y bailarina Sabrina Romero y el tenor Víctor Sordo. El estreno tendrá lugar en la Ópera Nacional del Capitolio en febrero de 2024. Al mismo tiempo, seguimos desarrollando el Atelier, un programa de apoyo a las jóvenes generaciones de instrumentistas mediante su participación en los conciertos y giras del conjunto. El final del año y el principio de 2024 estarán marcados también por una colaboración con un viejo amigo, el Ensemble Clément Janequin, centrada en la música de Pierre de la Rue”.
Para Grégory Daltin, la música barroca cuenta con un esperanzador futuro por delante, con varios conjuntos jóvenes muy prometedores que ya están entrando en el circuito. “Para nosotros, que existimos desde 1976, el principal reto es seguir tocando nuestra música y al mismo tiempo estar al día de lo que se hace hoy. Se trata de vivir en nuestro tiempo. A través de nuestra enseñanza en el CNSMD de Lyon y en el Conservatorio, tenemos la suerte de estar conectados con esta generación más nueva. Y también estamos decididos a seguir transmitiendo lo que hemos aprendido en estos cuarenta años”.
Que así sea. La música, la cultura y la vida se lo agradecerán.