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100 AÑOS

Julio 1923

Noticia publicada en la prensa de la época sobre el III Congreso de la Corona de Aragón celebrado en Valencia.

Se ha celebrado en Valencia el tercer Congreso de Historia de la Corona de Aragón, o sea de aquella monarquía regnícola que antes de la unidad nacional, y durante la vida de las regiones, tan altos puso en el mundo todos los prestigios, libertades y administración de este antiquísimo reino aragonés.

Hoy en día, cuando dentro de nuestra amada patria se quiere añorar por algunos la pasada época en que las diversas regiones que integran la unidad nacional conservaban su vida y personalidad propia independientemente, pretendiendo retrotraer las cosas al ser y estado primitivo de organización, tienen importancia suma y arguyen obra de consolidación verdadera nacional congresos como el celebrado en Valencia, en los cuales la voz histórica, las enseñanzas derivadas de aislamientos de los pueblos y la ausencia de nacionalidades pujantes, fuerzan a reconocer como obra de necesidad unidades y hermandades que capacitan para dar vida, con el esfuerzo común, a un estado magno, fiel representante de la integridad que arguye la comunión sentimental de los diversos comportamientos.

Afortunadamente en Aragón, en medio de la legendaria, amplia y bella libertad, característica de nuestra raza aunque algo debilitada al presente por defectos de gobernación más que por imperator de la ley, aquellas predicaciones de evocación del antiguo estado aragonés no cuentan con calor ni vida dentro del patriotismo genuinamente español de nuestros corregnícolas, y pasaron los tiempos en los que Felipe II vio en Antonio Pérez el motivo de pretendida justificación de la muerte de nuestro Juan de Lanuza, Justicia Mayor de Aragón, así como aquellos otros en que la exaltación del amor regnícola dio a los señores de Illueca y de Gotor, en la persona de Luna y al grito de ¡Viva la Santa Iglesia!, el Papado de Benedicto XIII, en la Sede de Aviñón.

En el Congreso de Valencia, eminentemente histórico y sin mistificaciones que pudieran en lo más mínimo herir el sentimiento patriótico español y aragonés, se han presentado estudios, observaciones, investigaciones y análisis verdaderos de hechos pasados y presentes, que denotan en los diversos órdenes y manifestaciones del frondoso árbol de la historia cuanto Aragón fue y representó, y cuanto Aragón es y representa, dentro de esa imparcial y verídica narración que caracteriza la historia de los pueblos, trabajos los de dicho Congreso que han dado luz a algunos puntos obscuros, demostrando que muchas conquistas, muchas modernas innovaciones, muchas libertades hoy pregonadas como anejas a la vida moderna, hallaron ya campo de ejecución dentro de aquella Corona de Aragón, que si en los días de la reconquista dio el primer grito de amor patrio, supo mantener el eco del patriotismo al sumar sus libertades, sus esfuerzos, sus iniciativas y sus derechos cuando la unidad nacional creó el Estado español, dentro del que siempre Aragón fue un hijo verdadero, y por ende enemigo de toda emancipación de su madre queridísima (…)

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