Voltaire, una de las principales figuras y representantes de la Ilustración, escritor e historiador, filósofo y abogado francés, definió a Pedro Pablo Abarca de Bolea, X Conde de Aranda, como un “héroe de nuestro tiempo”, dejando así testimonio de una de las grandes personalidades que ha dado nuestra comunidad autónoma a la historia aragonesa, española y universal.
Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea (1719-1798) está enterrado en un lateral del Panteón de Nobles del Monasterio de San Juan de la Peña, atendiendo así al deseo que dejó escrito en sus últimas voluntades. Además, en una sala contigua de estas mimas dependencias monásticas, cuenta con un espacio expositivo dedicado a su trayectoria y legado.
Con motivo del 225.º aniversario de su fallecimiento, la Real Hermandad de San Juan de la Peña ha querido recordar a este aragonés ilustre coincidiendo con la celebración de la festividad de san Juan Bautista y el tradicional homenaje que cada año se realiza a los primeros reyes de Aragón, cuyos restos reposan también en el monasterio pinatense.
A la ceremonia, que ha tenido lugar antes de la misa y de la investidura de los nuevos caballeros, damas e infantas de la Real Hermandad, han asistido, entre otras autoridades, el presidente en funciones del Gobierno de Aragón, Javier Lambán; el alcalde de Jaca, Carlos Serrano; el arzobispo de Zaragoza, Carlos Manuel Escribano; el obispo de las diócesis de Jaca y Huesca, Julián Ruiz; el XX Conde de Aranda, Alfonso Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, perteneciente a la Casa de Alba, y el hermano mayor de la Real Hermandad, Félix Longás.