100 AÑOS
Mayo 1923
Guerra de África. SE
Hace varios días que quedó abierta en la Caja de recluta de Huesca la admisión de voluntarios para el Ejército de África, en las condiciones siguientes: Edad de admisión: diez y ocho a treinta y cinco años, solteros o viudos sin hijos. Compromiso: por tres años. Haber diario: Además del pan, 2,70 pesetas diarias el primero y segundo año, y 3 pesetas el tercero. Las cuotas que se les entregarán son: 150 pesetas al llegar al Cuerpo de destino. 50 pesetas cada semestre. 100 al cumplir el compromiso. Total, 500 pesetas. Pueden solicitar Arma en que servir.
La documentación que ha de presentar es la siguiente: Certificado de nacimiento; ídem de soltería o de ser viudo sin hijos; y consentimiento paterno los menores de edad. El certificado de nacimiento lo sustituirán, los que hayan servido, por el pase de situación militar.
Nos parece un excelente acuerdo este voluntariado para África. La eficacia de la voluntad está por encima de la eficacia de la obligación, y de fijo abundará la gente recia de cuerpo muy despreocupada de espíritu que, en calidad de soldados conquistadores, quiera ir al África para laborarse, quizá, en aquella tierra un aceptable porvenir.
Fácil de lograr es, en apariencia, la formación de un ejército de voluntarios. El espíritu guerrero de la raza puede manifestarse ahora con toda amplitud, y creemos que a este llamamiento del Gobierno responderá gratamente la opinión del país, pues aquí, y allá, y en todas partes hay gente apta para guerrear, que hará en África un importante papel si las cosas continúan desarrollándose por el lado de la conquista, que en mal hora debió de encomendársenos, por lo visto, en el tratado de Algeciras.
Basta ya de soldados arrancados a los hogares por el imperio de la obligación. Si desgraciadamente ha de continuar la campaña de África, hágase… pero con voluntarios. Aparte que, careciendo de porvenir más halagüeño, no es despreciable el que se ofrece en aquellos territorios a quienes tengan salud y constancia para llevar a feliz término su vida de soldado.