Marlowe (2022)
Duración: 109 min. País: Irlanda. Dirección: Neil Jordan. Guion: William Monahan. Novela: John Banville. Personaje: Raymond Chandler. Música:David Holmes. Fotografía: Xavi Giménez. Reparto: Liam Neeson, Diane Kruger, Jessica Lange, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Alan Cumming, Danny Huston, Ian Hart, Colm Meaney, Daniela Melchior, François Arnaud. Productoras: Parallel Film Productions, Hills Productions.
Marlowe es el personaje tópico de la novela estadounidense de detectives, iniciada por Dashiell Hammett en la década de los 1920, cuando los detectives privados eran observadores pesimistas y cínicos de una sociedad corrupta. Aunque Marlowe, persiste en poseer cierto idealismo, contemplativo y filosófico. Raymond Chandler, en su novela El largo adiós, Marlowe se describía a sí mismo: “Tengo algo de lobo solitario, no estoy casado, ya no soy un jovencito y carezco de dinero”. El famoso detective ha sido interpretado por Humphrey Bogart, George Montgomery, Robert Mitchum, James Caan…, sin embargo, el propio Chandler hubiera preferido a Cary Grant, dato curioso. Ahora, nuevamente, encarnado por Liam Neeson, en este film dirigido por Neil Jordan, se ha desmarcado de la estética prevista, lejana a los clásicos del cine negro de las décadas de los 40 y 50 del pasado siglo. Posee más brillo, y más amplitud de color, lo que inicialmente nos puede sorprender para recrear el ambiente de los años 30. Con un arranque de la película que es puro homenaje al género: Una “femme fatal”, interpretada por Diane Kruger, entra en el despacho para contratar los servicios del detective, al más puro estilo de Lauren Bacall. Todo lo demás, son las peripecias de Marlowe para desentrañar el misterio, y, como no podía ser de otra forma, todos los implicados tienen algo que ocultar. El film no pretende descubrir nada, ni siquiera innovar en el género, solo recrear artesanalmente lo que otros habían realizado hace más de 70 años. Hemos encontrado ciertas reminiscencias de Chinatown, película dirigida por Roman Polanski, sobre todo al utilizar la misma paleta de colores, en tonos amarillentos, y por la propia trama de la historia, con la que posee paralelismos notables. Buenos diálogos, ácidos, cínicos, incluso políticamente incorrectos para los tiempos actuales. Gran reparto, como ya habíamos adelantado. Liam Neeson a la cabeza, que está de sobresaliente, pero el mérito es claramente de Jordan, un director que sabe extraer lo mejor de cada actor. Por otra parte, destacar las igualmente impresionantes interpretaciones de Diane Kruger y Jessica Lange, que son un verdadero lujo. Y, para terminar, no debemos olvidar al español Xavi Giménez, como director de fotografía, quien se está convirtiendo en una pieza clave para muchas producciones internacionales, con sus impecables trabajos detrás de la cámara.
En definitiva, un film clásico en su fondo, no en la forma. Que no decepcionará a nadie, y puede ser una buena excusa para retomar algunos grandes clásicos después de su visionado.
