Los ibones del Pirineo y sus paisajes siempre han despertado el interés de Carlos Tarazona que, con su último libro, titulado Agua y corriente. Cuando los ibones perdieron su nombre completa una trilogía de publicaciones que le han llevado dos décadas de trabajo. El denominador común de todas ellas ha sido su voluntad de salvaguardar la memoria, fijarse en el legado de nuestros mayores y en aquellos que forjaron el territorio que hoy conocemos. En concreto, Agua y corriente. Cuando los ibones perdieron su nombre se fija en un tema inédito y poco documentado. A mediados del siglo XX, más de veinte de estos lagos naturales fueron represados en la cabecera del río Gállego y conllevaron mucha mano de obra, y es precisamente a aquellos trabajadores a quienes ha querido rendir un homenaje con esta publicación.