En 1623 el concejo de Jaca aprueba pagar 40 reales a unos mancebos por realizar sus bailes rituales durante los cultos festivos en honor a su patrona santa Orosia. Esta es la primera referencia documentada de la existencia de los danzantes de Jaca, explica el Grupo Folclórico Alto Aragón, que este año ha organizado un amplio programa de actos para celebrar el cuarto centenario de esta noticia que, en los años setenta del pasado siglo, sirvió para recuperar el dance de castañuelas que puede verse durante los festejos religiosos en honor a la patrona que se suceden en el mes de junio. A esta primera cita documental, a lo largo de cuatrocientos años, sin apenas interrupción, le siguieron otras muchas, cerca de doscientas, que aparecen recogidas en los diversos archivos locales, principalmente en el municipal. “Todas ellas, como pequeñas piezas de puzle, nos van descubriendo poco a poco la realidad de estos bailes y nos hacen ver la importancia que tuvieron y tienen para la sociedad jaquesa de todo este tiempo”, explican los responsables del Grupo Folclórico Alto Aragón, que recuerdan que estos bailes, por la gran cantidad de información que existe sobre ellos, se han convertido “en todo un referente para el estudio del dance aragonés, una de las joyas del folclore regional y de la cultura popular en general”.