Plan 75 (2022)
Duración: 105 min. País: Japón. Dirección: Chie Hayakawa. Guion: Chie Hayakawa. Música: Rémi Boubal. Fotografía: Hideho Urata. Reparto: Chieko Baisho, Hayato Isomura, Stefanie Arianne, Yumi Kawai, Taka Takao, Hisako Ôkata, Kazuyoshi Kushida, Yûsaku Mori, Yôko Yano, Mari Nakayama, Motomi Makiguchi, Koshirô Asami, Hiroaki Kawatsure.
Una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI es el envejecimiento de la población. Todo ello conlleva consecuencias impredecibles para nuestras sociedades, el mercado laboral, financiero, y, por supuesto para la economía en general. Sin olvidar las consecuencias para las estructuras sociales y familiares. Las estimaciones dan como posible que, en 2050, una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años.
Plan 75 aborda este hecho situándolo en Japón, en un futuro no muy lejano, donde el envejecimiento de la población se acelera, y el gobierno considera que son una gran carga inútil para la sociedad. Para ello proponen un plan, unas acciones de acompañamiento logístico y financiero para poner fin a sus vidas. Una especie de “solución final”, que recuerda al nazismo, pero amparada por órdenes gubernamentales. En esta película, veremos diferentes planteamientos antagónicos, entre los que no comprenden cómo es posible que en una cultura en la que se ha tenido siempre en cuenta a las personas mayores, con sumo respeto, pasen a plantear exterminarlas directamente. Un contraste entre ser una potencia económica mundial, y no tener futuro sin población activa laboralmente. Una gran aproximación al tema generacional, con gran sensibilidad, altamente emotiva. Chie Hayakawa debuta con este film, que dirige y escribe, jugando con la posibilidad temática de que esta población viva con todo lujo, pero sabiendo que tienen un punto final programado. Podría parecer una historia que contiene rasgos de distopía, pero con un problema real y actual, y con unas sociedades a las que parece importarles poco o nada los ancianos, Esta narración no se presenta tan irreal. Todo ello, con historias que se entrecruzan, mostrando una sociedad cruel, sin escrúpulos y nada compasiva. Un buen reparto, encabezado por la veterana Chieko Baisho, que ha ido envejeciendo en cada film, pero con el mismo nivel interpretativo, siendo una actriz icónica del cine japonés. También, mencionar a Stefanie Arianne, de origen filipino, que se ha hecho un sólido hueco en el cine nipón.
Una película diferente, para reflexionar sobre el cariño, la educación, el respeto, y sobre el materialismo en el que las sociedades actuales, comienzan a sucumbir.
