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Fotografía de familia de los participantes en el encuentro. @BEAMAJONES

En este año, ya de plena normalidad tras las suspensiones debidas a la covid, nos reunimos unas 115 personas en las inmediaciones de la ermita de la virgen de las Viñas. Nacidos en Esco, descendientes, amigos, simpatizantes y vecinos de pueblos colindantes.

Tuvimos la tradicional misa, oficiada por Eugenio Lecumberri. Realizada la colecta, se preguntó a los niños asistentes sobre el destino de la misma, y decidieron que vaya para ayuda de los damnificados por la guerra en Ucrania. Al término de la misma, se llevó a cabo la bendición de campos.

Posteriormente hubo reparto de torta de chinchorros, de la panadería de Villarreal, acompañada de una selección de vinos de nuestro socio Juan Zabalegui, de Obanos.

En esta ocasión, homenajeamos a Marisa Sánchez, nacida en 1965 y que tiene el privilegio de ser la última persona que vio la luz en Esco. Así mismo, tuvimos un recuerdo para los hermanos Guallar Atrián, como últimos habitantes del pueblo. Siguen allí con sus ovejas haga frío o calor.

Marisa Sánchez (arriba) y Evaristo Guallar (abajo), homenajeados por la asociacion de vecinos. @BEAMAJONES

Acabado este acto nos trasladamos a las eras del pueblo, a la carpa instalada para la ocasión, en donde realizamos la comida de hermandad, con profusión de diferentes viandas y postres.

La sobremesa estuvo amenizada por personas de Casa de Aragón, Lar Gallego y Casa de Castilla y León, de Pamplona.

Todos los asistentes mostraron su satisfacción por cómo ha transcurrido la jornada, haciendo votos para volver al año que viene.

Firmado: JOSÉ LUIS CLEMENTE (Asociación de Vecinos Pro-reconstrucción de Esco)
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