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“El estado del firme de las carreteras comarcales de nuestro territorio es de vergüenza si lo comparamos con los que encontramos cuando conocemos otras provincias”

Carretera de la Foz de Binies. ARCHIVO/EL PIRINEO ARAGONÉS

Salir fuera del territorio donde discurren nuestras vidas induce, aun sin pretenderlo, a la comparación de lo que ves con lo de dónde vives. Practicar el ciclismo de carretera me ha hecho conocedor del estado de nuestras carreteras comarcales en la Jacetania y el Alto Gállego. Tras haber realizado estancias en Cantabria, la provincia de Soria, la Dordoña francesa, pero sobre todo la última, en la provincia de Granada, en donde las carreteras de tercer orden, esas pintadas en blanco en los planos de carreteras, presentan un perfecto estado del firme, biondas protegiendo las curvas, incluso pequeños arcenes y señalización horizontal; y habiendo hecho la primera salida de la temporada a Bernués y comprobar cómo esa carretera, que se nos prometió que estaría bien asfaltada el pasado año y que ahora se nos anuncia para finales del presente, había sufrido un gran deterioro, sumado al que ya tenía, me inducen a hacer público un pensamiento que espero que no será exclusivo de una “manía” personal: el estado del firme de las carreteras comarcales de nuestro territorio es de vergüenza si lo comparamos con los que encontramos cuando conocemos otras provincias.

Recorrer en bicicleta, o en automóvil, la carretera entre Jaca y Aísa, y acceder a alguno de los pueblos de La Solana, subir a Bernués, cruzar de Jasa a Aísa, recorrer la que por Navasa llega al Hostal de Ipiés, ir a Acumuer, a Ibort y comprobar que se ha hecho comarcal la antigua nacional de Jaca a Puente la Reina con un estado del asfalto tan cuarteado que te obliga a pedalear por el centro de la calzada, todo esto hace que, aunque el paisaje sea muy bonito, que la escasa circulación de vehículos a motor y que la sucesión de pequeños puertos hagan muy atractivo recorrerlo en bicicleta, nuestro territorio no presenta unas carreteras competitivas con otros vecinos.

También es muy necesario extender el asfaltado desde el parador de Oroel hasta el alto de Navasa para completar una circular desde Jaca de casi 30 kilómetros muy apta para el verano; y puestos a pedir, realizar el tan anunciado proyecto del asfaltado de la pista que desde Áscara llega a Las Tiesas, y así disponer de otro bello recorrido circular, y dotar al valle de Aísa de acceso independiente; y por qué no solicitar el correcto mantenimiento de la antigua carretera que desde Berdún sube hasta Ansó para disfrutar de un recorrido de notable paisaje.

El estado de nuestras carreteras locales contrasta con que nuestras comarcas pretendan promocionarse como objetivo turístico-recreativo para este deporte, que potencialmente lo tiene, con una conservación de sus vías tan abandonada que te obliga a estar muy concentrado para evitar agujeros o rebotes, eternamente parcheadas y engravilladas.

Llama la atención la falta de explicaciones y reivindicaciones al respecto por parte de instituciones locales y medios de comunicación. Si, como parece, el millonario proyecto para unir Astún con Formigal no puede realizarse por los plazos tan cortos para ejecutarlo me atrevo a pedir que algunos de esos millones se destinaran a dejar nuestras carreteras comarcales como las del resto del país. Eso sí sería una buena herencia para las próximas generaciones.

Firmado: MARIANO MARCÉN LETOSA
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