El 25.º aniversario de la cofradía homónima dio un carácter especial a la última procesión del año
Un buen número de vecinos de Jaca y visitantes se concentraron este Domingo de Resurrección en torno a la plaza Biscós y la estación de autobuses para contemplar la llegada del Cristo Resucitado y la Virgen de la Alegría, que se encargaron de poner el punto y final a una buena edición de la Semana Santa en una jornada soleada.
La Junta de Cofradías y Hermandades de Jaca ofrece un balance satisfactorio del programa de este curso, pues se han empezado a recuperar niveles de participación de los años anteriores a la pandemia. Además, el tiempo acompañó y se celebraron todas las procesiones.
Tanto la procesión por las calles de Jaca, como el encuentro de los pasos a las puertas de la Catedral y la posterior misa, tuvieron un carácter especial para los integrantes de la Cofradía de Cristo Resucitado, que celebra el 25.º aniversario, pues se creó el 1 de enero de 1998 en la parroquia del Inmaculado Corazón de María, por iniciativa del entonces obispo de Jaca, José María Conget.
Desde la Cofradía de Cristo Resucitado quieren aprovechar la ocasión para mostrar su agradecimiento a “todos los colaboradores” que pasaron durante este cuarto de siglo, “juntas directivas, otras cofradías, costureras, personas que han dedicado mucho tiempo a la limpieza o preparar las flores… y sobre todo a los cofrades, que con su oración y su presencia hacen un mundo mejor”.
La procesión comenzó en la iglesia del Inmaculado Corazón de María, recorriendo el barrio norte hasta acercarse al centro, donde se separaron los pasos, siguiendo la virgen de la Alegría por la plaza Biscós y el Cristo Resucitado por la avenida de la Jacetania, encontrándose a las puertas de la Catedral.
Las bandas de las cofradías de la Entrada de Jesús en Jerusalén y Nuestro Padre Jesús Nazareno acompañaron a los pasos de Cristo Resucitado y la Virgen de la Alegría.