25 AÑOS
Abril 1998
E presidente de la Cofradía de Cristo Resucitado, Lázaro García, junto a Isidoro Raigón, en la presentación de la talla, hace 25 años. EL PIRINEO ARAGONÉS
La imagen de Jesucristo Resucitado tiene un especial significado para su autor Isidoro Raigón Jiménez. En su infancia en Montilla, vivió intensamente lo que representa el Domingo de Pascua y su abuelo donó en 1947 una imagen del Cristo Resucitado que faltaba a la Semana Santa de su pueblo natal. La talla la ha esculpido a semejanza de la que regaló su predecesor, y ha visto cumplido su deseo personal de que el paso se estrene coincidiendo con el cincuenta aniversario de este acontecimiento que ha marcado su vida y la de su familia.
A él le resulta difícil describirla porque el valor sentimental pesa sobre el artístico. Es una talla confeccionada en madera de pino que alcanza el metro setenta, recubierta de una base de escayola en alguna de sus partes y de poliéster para facilitar el policromado. Se alza sobre una representación de la losa del sepulcro simbolizando la resurrección. La mayor dificultad la ha encontrado en “los neutros en escayola que he ido incluyendo para dar volumetría a las partes bajas y a detalles endurecidos, para mí es la tarea más complicada porque llega a transformar lo que es la talla original y no estoy acostumbrado a ello”, comenta Isidoro Raigón. La pintura es obra de Julia Martínez, Elena Caballé y Angelines Marín, de la Asociación de Amas de Casa Doña Sancha. Para Isidoro Raigón no es el trabajo que le ha resultado más complejo, pero sí al que se siente con “más apego e identificado; de eso, no cabe duda”.