“La IA generativa es un tipo de tecnología que permite crear contenido nuevo y original, en función de las instrucciones que recibe. Textos, imágenes, cálculos matemáticos, código informático, etc…”
La IA generativa está llamada a transformar el sistema laboral tal y como lo conocemos.
En artículos anteriores hemos visto de manera muy somera cómo funciona y para qué sirve la IA (inteligencia artificial). Hoy abordamos su impacto en el mercado laboral. Llevamos años escuchando sobre cómo el impacto de la IA en la robotización va a poner en jaque millones de puestos de trabajo en todo el mundo. Evidentemente también creará nuevos, aunque ese no es el tema que vamos a tratar hoy.
Muchas de estas noticias iban vinculadas a la supresión de trabajos repetitivos como puede ser la cadena de montaje de una fábrica, sin embargo, las IA generativas, que tan de moda se han puesto en los últimos meses, con ChatGPT a la cabeza, apuntan a la automatización de tareas que a priori no estaban en la hoja de ruta para ser automatizadas.
Cuando hablamos de IA generativa lo hacemos de una tecnología cuyo objetivo es crear contenido nuevo y original, en función de las instrucciones que recibe. Es un tipo de IA especialmente útil en áreas como el procesamiento del lenguaje natural, creación de imágenes, música o diseño, entre otros. Así, es capaz de ofrecer respuestas coherentes a problemas concretos, gracias a lo cual es capaz de escribir textos, diseñar un cartel, hacer un cálculo matemático o componer una canción. Todo en función de las instrucciones (prompts) que recibe por parte del usuario.
El máximo exponente de este tipo de IA es ChatGPT, cuya anterior versión ya fue capaz de aprobar el examen USMLE (equivalente al MIR español) con una nota similar a la media de los estudiantes de medicina estadounidenses.
Un reciente estudio publicado por OpenAi, empresa responsable de ChatGPT indica que los oficios más afectados serán matemáticos, contables, periodistas, analistas financieros, diseñadores, traductores, abogados o psicólogos.
Este mismo estudio indica que a corto plazo, el 80% de estos profesionales verán ya reemplazadas un 10% de sus funciones por algún tipo de IA generativa. En el 20% de los casos, con trabajos más repetitivos (p.ej. crear un informe) indica que la supresión alcanzará el 50% de las tareas.
En el artículo anterior vimos cómo una aplicación entrenada con machine learning (aprendizaje automático) comparando millones de imágenes puede detectar una enfermedad en un estadio mucho más precoz de lo que ofrecen las técnicas actuales.
Imaginemos un chatbot o asistente virtual entrenado para ofrecer servicios psicológicos. Un psicólogo, para ofrecer un diagnóstico y la consecuente terapia se basa en su formación y experiencia. Un asistente virtual puede ser entrenado con millones de informes psicológicos. También de aprender sobre la marcha cada vez que aparece una nueva técnica. Además, puede estar disponible 24 horas al día y su cuota puede ser similar a la que pagamos por Netflix.
Esto mismo es aplicable a profesores de idiomas, abogados, fotógrafos, informáticos, contables o diseñadores, entre otras muchas profesiones. Un aumento de producción que eleva los beneficios reduciendo mano de obra, y ante la cual, no existe ningún tipo de regulación.