“Es indudable: esto no es un proyecto de urbanizaciones ni de intereses de unos pocos, ni de destrozar, es un proyecto de futuro para todos. Un futuro que, a día de hoy, no tenemos garantizado”
Vista desde Candanchú de los valles del Aragón y Tena. CANDANCHÚ
La Asociación Turística del Valle del Aragón (ATVA) fue la primera entidad impulsora del proyecto de unión de los valles del Aragón y Tena, entre los años 2010 y 2011. El máster plan fue completado por la empresa canadiense ECOSING y consensuado por todos los agentes públicos y privados del territorio. Proyecto que surgió con el objetivo claro de dotar al destino de una mayor fuerza comercial que posibilitara un desarrollo de más calidad y permitiera llegar a otros mercados que aportarían un aumento de la estancia media en los valles y, por lo tanto, la posibilidad de que las empresas pudiesen mejorar su oferta, generar un empleo más estable y acabar con la temporalidad y precariedad laboral que ofrece el modelo actual con un lleno en fin de semana y baja ocupación entresemana. Todo ese potencial aportaría la estabilidad necesaria para que empresas y vecinos de los valles pudieran desarrollar sus proyectos de futuro en nuestros pueblos.
Al no tener financiación, este proyecto quedó parado, sin posibilidad de iniciar el PIGA, que obliga, entre otras cosas, a tener esa financiación.
Con los fondos europeos, llega la oportunidad de continuar con el trámite e iniciar ese PIGA, que es el que determinará, con sus estrictos instrumentos, qué es lo que se puede y qué es lo que no se puede hacer.
Respetando todas las sensibilidades y opiniones, los objetivos hoy en día son los mismos que en 2011, cuando no existió ninguna voz contraria al proyecto. En estos años, hemos adquirido una mayor sensibilidad medioambiental y todos lucharemos para que la afección sea la menor posible y puedan convivir las actividades de montaña, la fauna y la flora con el desarrollo. Es indudable: esto no es un proyecto de urbanizaciones ni de intereses de unos pocos, ni de destrozar, es un proyecto de futuro para todos. Un futuro que, a día de hoy, no tenemos garantizado.
Por eso, pedimos a la administración, tanto a la Diputación Provincial de Huesca, como a la Mancomunidad del Alto Valle del Aragón y al Gobierno de Aragón, el compromiso de avanzar con el proyecto con decisión e iniciar todos los procesos informativos y participativos necesarios, recogidos en el PIGA, para que todo el mundo pueda expresar sus sensibilidades. Hay mucho tiempo todavía para estas labores informativas, ya que no se han explicado bien los objetivos del proyecto y todos los vecinos de los valles tendrían que conocerlos para valorar con criterio.
Una inversión de estas características traerá, además, muchas mejoras e inversiones que transformarán el concepto de turismo que tenemos ahora; una inversión de estas características acercará a un turismo de mayor calidad que reactivará el comercio local de los pueblos y permitirá poder ganarse la vida a mucha gente ahogada por la temporalidad. Queremos hacerlo, y queremos hacerlo bien.
Estamos ante una oportunidad única. Estos fondos están aprobados para un proyecto que los valles del Aragón y Tena llevan reivindicando mucho tiempo, sobre todo porque coincide con la tendencia y criterios entre los países de nuestro entorno para proyectos de esta índole, y contribuye al impulso de la estrategia turística aragonesa para el desarrollo de los destinos de montaña y de la modernización de infraestructuras turísticas de todo tipo en el Pirineo. Es un escenario que no volverá a presentarse en el caso de que no se logre una ejecución integral del proyecto y de la unión de los dos valles, incluyendo primero la de Candanchú con Astún.