Las nuevas viviendas individuales que Valentia ha destinado para sus residentes en el Centro Ignacio Claver de Martillué anticipan el futuro de atención a la discapacidad intelectual. El objetivo – y reto al mismo tiempo– es que los usuarios puedan ser más autónomos e independientes en su día a día y, así, desarrollar su propio proyecto de vida, contando con el apoyo y la ayuda que ofrece una organización como Valentia.
Estas cuatro viviendas –a las que hay que unir otras cuatro en el Centro Manuel Artero de Huesca– representan el principio, no solo de un proyecto más ambicioso, sino de un profundo cambio en el modelo de atención a las personas con discapacidad intelectual, “un paso más”, como ha señalado este viernes el presidente de Valentia, Lorenzo Torrente, en la inauguración de las dos unidades residenciales del centro de Martillué, un acto que ha contado con la presencia de la consejera de Derechos Sociales y Ciudadanía del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, y de los alcaldes de Jaca y Sabiñánigo, Juan Manuel Ramón y Berta Fernández, respectivamente.