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“Para hacernos una idea del impacto que está suponiendo ChatGPT debemos tener en cuenta que se ha convertido en la plataforma con el crecimiento más rápido de la historia de Internet”

La IA es capaz de procesar grandes cantidades de datos, identificar patrones y tomar decisiones.

Desde hace unos meses ChatGPT, el modelo de IA (Inteligencia Artificial) creado por OpenAI ha copado gran parte de los titulares tecnológicos de los principales medios de comunicación. No es de extrañar, su habilidad para comprender el lenguaje humano y responder adecuadamente a preguntas concretas entablando conversaciones en lenguaje natural, ha sorprendido a propios y extraños.

En realidad, todos nosotros hace tiempo que usamos IA en nuestra cotidianidad. Cuando desbloqueamos el teléfono con el rostro, enviamos una nota de audio o usamos el GPS del coche, estamos usando aplicaciones desarrolladas por medio de IA, sin embargo, ChatGPT y otros modelos de redes neuronales ofrecen soluciones que están llamadas a transformar muchos ámbitos de nuestra vida.

Además de mejorar la experiencia de usuario proporcionando recomendaciones y soporte personalizado, este tipo de tecnología puede analizar los datos y preferencias de los clientes, sugiriendo productos o servicios relevantes para estas personas. Además de mejorar la experiencia del usuario, también puede ser muy útil para las empresas que incorporen este tipo de tecnología, ya que les puede ayudar a aumentar las ventas.

Otro beneficio de la IA es su capacidad para automatizar tareas repetitivas. Las empresas pueden usarla para automatizar tareas como la programación de citas, el envío de recordatorios e incluso el manejo de su facturación. Esto no solo ahorra tiempo y recursos a las empresas, sino que también puede mejorar la precisión, ya que además de los costes también reduce errores.

Para hacernos una idea del impacto que está suponiendo ChatGPT debemos tener en cuenta que se ha convertido en la plataforma con el crecimiento más rápido de la historia de Internet.

La IA de OpenAI solo ha necesitado dos meses para alcanzar los 100 millones de usuarios. Una cifra más que espectacular si la comparamos con otras plataformas como Instagram, que necesitó 26 meses, Snapchat: 44 meses, Facebook: 54 meses o Twitter: 65 meses.

No es baladí que Sundar Pichai, director general de Alphabet, matriz de Google, declarara una alerta roja interna, proclamando a ChatGPT como una seria amenaza para su principal fuente de ingresos, la publicidad en internet. Actualmente, el buscador Bing, propiedad de Microsoft (una de las compañías impulsoras de OpenAI cuenta con una cuota de mercado de tan solo un 8.95% frente al 84.08% de Google, sin embargo, la integración de GPT 4 (nueva versión de ChatGPT) con Bing crea un nuevo paradigma, un concepto de búsqueda mucho más precisa y cómoda para el usuario.

Por el momento Google espera. La cautela del gigante, según sus propias fuentes tiene que ver con que LaMDA, su propia versión de ChatGPT ofrece respuestas sesgadas, algo que podría dañar seriamente su reputación.

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