La marca, que reúne a los empresarios del sector turístico de los municipios de Ansó, Valle de Echo, Aragüés del Puerto, Jasa, Valle de Aísa y Borau, 13 pueblos en total, ha buscado a través de la creatividad diferenciarse de otros destinos del Pirineo aludiendo a todas las costumbres y tradiciones vigentes en estos valles, al mismo tiempo que le lanza un pulso al uso cada vez más extendido de los aforismos en nuestro vocabulario.
Y es que en este rincón del Pirineo todavía se acude a las bordas (antiguos refugios para los pastores y el ganado) para degustar las migas, se bailan palotiaus(dances típicos en el que se emplean palos de forma rítmica) o se festejan los descensos de nabatas(embarcaciones temporales que emplean como balsa la misma madera que transporta).