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“Debido al nivel de emoción que experimentan los viajeros durante la llegada al destino, estos son muy receptivos a cualquier propuesta que parezca emocionante, sin embargo, esto es algo que no aprovechan la mayoría de los establecimientos o agentes turísticos”

A medida que avanza el viaje disminuye la emoción, aumentando la satisfacción y la relajación.

En el artículo anterior, veíamos que, durante la fase de planificación y reserva, los turistas nos emocionamos mucho ante la posibilidad de realizar un viaje. Las proyecciones que hacemos los días o semanas previos permiten aumentar las expectativas, alcanzando el nivel de emoción máxima con la llegada al destino.

Ese nivel de emoción, provoca que cuando llegamos a nuestro destino queramos experimentar nuevas emociones, siendo muy receptivos a cualquier propuesta que parezca emocionante. Queremos visitar los mejores monumentos, degustar la gastronomía local o hacer las mejores excursiones.

Durante los días que dure el viaje, seguiremos consumiendo valoraciones y comentarios de distintas redes sociales, ya que nos fiamos de los comentarios de otros usuarios acerca de la reputación de un restaurante, de un monumento o de un espectáculo.

Esta emoción hace que en este momento seamos muy receptivos a cualquier propuesta que parezca emocionante, sin embargo, esto es algo que no aprovechan la mayoría de los establecimientos.

Si nos fijamos en el TripBarometer (estudio mundial sobre el turismo de TripAdvisor) veremos que solo el 10% de los turistas confiesa sentirse informado sobre el destino en el que se encuentra, mientras que únicamente el 13% de los hoteles se preocupa de ofrecer información local a sus clientes.

La mayoría de usuarios de Facebook, Instagram o TikTok accedemos varias veces al día a estas aplicaciones, también cuando estamos de vacaciones. Esto significa una gran oportunidad para interactuar con los turistas cuando su emoción está en su punto más álgido. A través de herramientas de segmentación podemos determinar que personas que están en el destino son turistas, para interactuar con estos viajeros cuando su nivel de emoción está en el punto más álgido.

Comentaba anteriormente que la mayoría de los turistas deciden su propio destino vacacional en las redes sociales, esto es algo muy ligado al vínculo existente entre emisor y receptor, el cual genera mucha confianza y seguridad en un destino, un restaurante o un espectáculo. Ahora, durante la experiencia del viaje, seremos nosotros los que nos convertimos en inspiradores para otras personas a través de las fotografías y vídeos que subimos a nuestras redes.

A medida que avanza el viaje la emoción disminuye, por el contrario, si el mismo cumple con las expectativas, aumentarán otras emociones como la relajación y la satisfacción. De hecho, el mismo TripAdvisor considera que tras un viaje, las personas estamos cuatro veces más satisfechas con nuestra vida que antes de iniciarlo.

Una vez finalizado el viaje, y desde esa sensación de satisfacción y relajación, dejaremos nuestras valoraciones sobre el destino, sobre un hotel, restaurante, museo, etc. cerrando de esta forma el círculo, y convirtiéndonos en inspiradores para otras personas.

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