“Una gran mayoría de usuarios de Instagram o TikTok decide su próximo destino en esta red social”
Los viajeros experimentan grandes dosis de emoción durante las fases previas a un viaje y se relajan durante el mismo. A la vuelta se sienten satisfechos.
Según una encuesta realizada por Tripadvisor, el 45% de los viajeros confiesa que la emoción más experimentada después de un viaje es la satisfacción. Además, su nivel de satisfacción es 4 veces superior al que experimentaban antes de realizar el viaje. Tras la satisfacción, las otras dos emociones experimentadas más repetidas son la relajación y la seguridad. Evidentemente viajar es sano.
Todas ellas son emociones muy asociadas a la experiencia vivida y no tanto al destino. El destino, aunque sigue siendo un factor importante cada vez lo es menos. Lo que realmente importa es la experiencia que nos ofrece el lugar elegido. Ese momento mágico que todos anhelamos y que quedará grabado en nuestra mente para siempre.
Hasta la aparición de Booking (1996) o Tripadvisor (2000) (todavía hay quien las llama nuevas tecnologías) la mayoría de las personas acudía a una agencia de viajes donde se realizaba todo el proceso, desde la elección del destino hasta la reserva. Hoy en día una gran mayoría de viajeros acude a internet, siendo las redes sociales fundamentales en cada una de las fases del proceso.
Esta tendencia se acrecienta en las personas menores de 25 años, las cuales son muy conservadoras con su dinero, no están dispuestas a pagar comisiones de ningún tipo, son muy exigentes con los servicios recibidos y además tienen la tecnología por bandera, para ellos la tecnología no es una herramienta, son nativos digitales, es su forma de vida.
Cualquier viaje, ya sea un crucero de lujo por el Caribe o una escapada de fin de semana se divide en cinco etapas: inspiración, planificación, reserva, experiencia y post experiencia.
Durante la primera fase, las redes sociales son una fuente inagotable de inspiración a la hora de escoger un destino. Los motivos no hay que buscarlos tanto en imágenes bonitas, si no en la propia psicología de redes como Instagram o TikTok y de tres factores fundamentales: inspiración, autenticidad y credibilidad, algo que genera deseo, confianza y seguridad.
Una gran mayoría de usuarios de Instagram decide su próximo destino en esta red social. Más allá de un paisaje bonito o una receta colorista, el hecho de ver a personas de nuestra comunidad disfrutar de un restaurante, de una playa o de un monumento, genera en nosotros deseo de vivir esa misma experiencia. Además, el vínculo existente con esa persona, unido a la autenticidad y credibilidad que nos aporta un contenido creado por alguien de nuestro círculo, hace aumentar la confianza y seguridad en dicha propuesta. Deseo, confianza y seguridad.
Desde ese momento, y ante la posibilidad de vivir que pensamos nos va a hacer felices empezamos a hacer proyecciones en nuestra mente aumentando nuestro nivel de emoción, el cual tendrá su punto álgido durante la fase de reserva y la llegada al destino.