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“La apertura de WhatsApp a interactuar con aplicaciones externas pretende transformar la comunicación entre empresas y clientes”

WhatsApp es la aplicación de mensajería instantánea líder a nivel mundial.

Es conocido que WhatsApp es la aplicación de mensajería instantánea más popular a nivel mundial. De hecho, es líder en 112 de los 180 países en los que está presente. Nacida en 2009, alcanzó popularidad en 2012, gracias entre otras cosas a su gratuidad y facilidad de uso.

Una aplicación que nació como una herramienta para indicar el estado (disponible, ocupado, en el trabajo…), poco después empezó a ofrecer servicios de mensajería instantánea. En poco tiempo, acabó casi por completo con los SMS de pago, reduciendo notablemente también las llamadas de teléfono.

En 2014, fue adquirida por Facebook por 19 mil millones de dólares, lo que supuso un impulso en el desarrollo de nuevas funciones como el envío de imágenes, vídeos o la posibilidad de realizar llamadas y videollamadas de forma gratuita.

Hoy WhatsApp, con más de dos mil millones de usuarios activos cada mes en todo el mundo, es junto a Instagram una de las grandes joyas de la corona del entramado META.

En nuestro país, su éxito es incontestable; de hecho se calcula que la tasa de penetración de WhatsApp en España supera el 90% de los internautas (el 92,9% de la población de 16 a 74 años accede a internet con regularidad).

La versión profesional, WhatsApp Business tiene cada vez más presencia en el ámbito corporativo, según una reciente encuesta realizada por el portal HubSpot el 80% de las empresas encuestadas considera imprescindible disponer de una aplicación de mensajería instantánea, decantándose el 70% por WhatsApp Business.

Las actividades más habituales de uso de WhatsApp en el ámbito empresarial tienen que ver con aquellas relacionadas con el marketing (promoción de productos o servicios, cierre de ventas o seguimiento de oportunidades) y con la atención al cliente (resolver dudas o atender reclamaciones).

Hace unos meses META abrió la API de WhatsApp. Una API (interfaz de programación de aplicaciones) es una “llave” que permite que dos o más aplicaciones puedan comunicarse entre sí por medio de un conjunto de definiciones y protocolos.

Esta apertura supone una gran transformación en la comunicación entre empresas y personas, ya que, gracias a ella, distintas plataformas pueden integrar sus aplicaciones y soluciones con WhatsApp. La finalidad es automatizar procesos hasta ahora realizados por personas de forma manual para ofrecer un servicio más rápido y personalizado.

Así, gracias a la información que META obtiene de cada uno de nosotros a través de sus redes y aplicaciones, no es difícil imaginar un chatbot o asistente virtual capaz de propiciar una conversación en Whatsapp sobre un producto o servicio de nuestro interés. El objetivo es claro, cerrar una venta sin la necesidad de que haya una persona detrás de ese proceso.

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