100 AÑOS
Febrero 1923
Tren de vía estrecha de Irati. SE
(…) En el partido judicial de Jaca hay un antiguo anhelo de algunas vías de comunicación que estrechen los lazos de infinidad de pueblos y permita a ellos exportar adecuadamente productos y riquezas, que la ausencia de tales vías hoy sepulta en lo imposible de realizar; y entre tales anhelos y deseos juega papel importantísimo el ferrocarril llamado de IRATI, que enlazando Jaca con Sangüesa o Liédena, venga a unir, merced al Canfranc, el Norte de España, con el internacional ZUERA-OLORÓN, reportando de esta manera óptimos beneficios, dada la economía de recorrido y demás notorias ventajas que habían de disfrutar muchos pueblos enclavados en dicha línea, y que hoy representan quizá la mayor riqueza de Navarra y de este Alto Aragón.
Sueño letárgico que viene sufriendo tan vitalísimo asunto, sin que las comisiones gestoras pro Irati, ni las manifestaciones de su necesidad, sean capaces de despertar aquel entusiasmo, aquel resurgimiento, que vibrante se nos ofreció hace pocos años, al lograr que el Irati fuera asunto puesto sobre el tapete gubernamental y decidiera la admisión de un proyecto que hoy duerme el sueño de los justos, con esa eternidad patrimonial de nuestro pueblo, aplicada a casi todo aquello que puede beneficiarle e imprimirle derroteros de vida próspera.
La casualidad, frívola diosa que alguna vez se entroniza en nuestros gobernantes, hace que hoy días veamos al frente del Ministerio de Fomento a un hombre propulsor de las vías de comunicación, y sin embargo, no advertimos por ninguna parte exteriorizado el anhelo de llevar a la práctica el muy beneficioso ferrocarril del Irati, siendo así que, ante la bondad del proyecto, ante los favores que habían de retirar Navarra y Aragón, y ante la necesidad que de él siente las principales regiones interesadas, entendemos que hoy, mejor que nunca, podía interesarse con éxito la construcción del ferrocarril nombrado, si bien se reputara estratégico o de vía estrecha.
Si el movimiento se demuestra andando, creemos que, pasada como fue la gestación del asunto entre discursos sin realidad alguna, hoy se debe trabajar con la fe y el entusiasmo inherentes al logro de una justísima aspiración, cual es la referente al ferrocarril del Irati, y a tal fin, aprovechando las circunstancias favorables del momento, tienen la palabra las comisiones que en su día se nombraron y los representantes y futuros de Navarra y del Alto Aragón.