
Por primera vez, se han utilizado drones térmicos para identificar refugios microclimáticos en áreas topográficamente complejas, como el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. La revista Remote Sensing of Environment publica los resultados de una investigación del departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza y del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), que evidencia el papel de esta herramienta en la conservación de la biodiversidad en el actual escenario de cambio climático.
El estudio ha identificado seis pequeños sectores del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, gracias a la utilización de un dron térmico, que ha permitido estimar las temperaturas en distintos momentos del día y del año e identificar así las áreas térmicamente más estables (refugios).