El Regimiento de Infantería “Galicia” 64 de Cazadores de Montaña ha celebrado el día de la patrona del arma de Infantería, la Inmaculada Concepción, con un acto castrense en la Ciudadela de Jaca y el posterior desfile de la unidad por la avenida Primer Viernes de Mayo. La lluvia, que ha estado presente durante toda la parada militar, no ha desanimado a los vecinos de Jaca a seguir los actos en el interior del castillo de san Pedro y durante el desfile, demostrando, una vez más, su apoyo y empatía con las unidades de montaña y, en concreto, con el “Galicia”.
La celebración ha estado presidida por el general jefe de la División San Marcial, Juan Carlos González Díez, y ha contado con la presencia del alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, y los portavoces políticos del PSOE, PAR, PP, Vox y Ciudadanos, entre otras autoridades. En esta jornada festiva, se ha despedido de la bandera del Regimiento el personal que ha pasado, en fechas recientes, a la situación de reserva: el coronel Julio Fernández Casamayor y los tenientes Luis Zapata Paños, Javier Mateo Lorente y Gonzalo Andrés Bayo. Se han entregado también condecoraciones a 24 militares: tres de ellos distinguidos con la Encomienda de la Real Orden de San Hermenegildo, cinco con la Cruz a la Constancia y 16 con la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco.
El Día de la Inmaculada Concepción evoca el conocido Milagro de Empel (actual Holanda), ocurrido los días 7 y 8 de diciembre de 1585, durante la guerra de los Ochenta Años, en la que un Tercio del Ejército español, el Tercio Viejo de Zamora, comandado por el maestro de campo Francisco Arias de Boadilla, se enfrentó y derrotó en condiciones muy adversas, y por intercesión de la Virgen de la Inmaculada, a una flota de cien barcos de los rebeldes de los Estados Generales de los Países Bajos, según recoge la tradición católica. En recuerdo de aquel heroico episodio, la Inmaculada Concepción fue proclamada Patrona de los Tercios españoles –y actual Infantería española– en el año 1892.
El coronel jefe del Regimiento “Galicia” 64, Antonio Ortiz Martínez, ha aprovechado el día de la Patrona para reflexionar sobre la Infantería como vocación y profesión. “Lo normal de la Infantería es la fatiga, el frío, la mojadura, el sudor, que duelan hasta las botas; pero la Infantería también es compartirlo todo, es esforzarse sin pedir nada a cambio y haber entendido que se vive para los demás”, ha señalado. “En una sociedad donde cada vez prima más el egoísmo y la comodidad, nosotros hacemos gala de un modo de ser y de vivir que no está de moda. Estamos animados de un espíritu que nos impulsa día a día a enfrentarnos a la dureza de la instrucción en un entorno duro como es el de la montaña, que nos impulsa a enfrentarnos a cualquier obstáculo por difícil que sea, que nos impulsa a ocupar los puestos de mayores riesgos y fatiga; y todo ello entregando lo mejor de nuestra vida al servicio de los demás”, ha recordado.
También ha manifestado la “obligación” que tiene una unidad como el Regimiento de Infantería “Galicia” 64, heredero de los Tercios españoles, de seguir manteniendo ese espíritu de entrega y vocación de servicio transmitido de generación en generación y que se manifiesta a través de valores como la austeridad, la fortaleza, el esfuerzo, el sacrificio, la lealtad, el valor y el compañerismo. “Cuando nada más quede, siempre habrá un infante que, aferrado al terreno bajo las inclemencias del tiempo, luchará hasta la última gota de su sangre”, ha remarcado.
La celebración ha continuado con el homenaje a los soldados españoles “de todos los tiempos”, fallecidos en acto de servicio, con la colocación de una corona de laurel por parte del alcalde Juan Manuel Ramón y el coronel Ortiz ante el monolito erigido en su recuerdo, y el lanzamiento de salvas. Posteriormente, se ha cantado el himno del arma de Infantería, y se ha puesto fin a los actos con el desfile de la unidad por la avenida Primer Viernes de Mayo, que ha estado muy concurrida de público, a pesar de la insistente lluvia.