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“Es en la Generación Z donde debemos poner el foco, son ellos los que deciden cómo nos comunicamos y consumimos en el siglo XXI”

La tecnología ha cambiado la forma de comunicarnos y de consumir. SE

La tecnología transforma nuestros hábitos. Cambia la manera como nos relacionamos, trabajamos o consumimos. Esta adopción tecnológica tuvo su punto álgido durante la pandemia del covid 19, cuando millones de personas transformaron sus hábitos de vida de una forma completamente natural en un tiempo récord.

En el anterior artículo, veíamos que cuando las personas adoptamos cualquier tipo de tecnología la asimilamos a una velocidad pasmosa. La tecnología nos hace la vida cómoda de forma sencilla, y cuando una persona se habitúa a su uso, no está dispuesta a renunciar a las ventajas que ofrece.

Toda esta transformación tiene su máxima expresión en la Generación Z, la generación mejor preparada de la historia. La primera generación conectada de la historia. Auténticos nativos digitales.

Aunque actualmente son los millennials la fuerza laboral más numerosa, es en la Generación Z, es decir, en los nacidos entre 1995 y 2005 donde las empresas deben poner el foco. Son ellos, los nativos digitales los que marcan la tendencia que luego imita el resto de la sociedad. Ellos deciden cómo nos comunicamos y consumimos en el siglo XXI.

Se trata de una generación con una importante conciencia social, con una filosofía muy global y con la tecnología por bandera. Debido a su precaria situación económica muestra hábitos de consumo muy exigentes y conservadores. Es un consumidor extremadamente fiel a “sus marcas” en tanto en cuanto éstas sigan cumpliendo con sus expectativas, pero que cuando no reciba el feedback esperado, sentirá frustración y no tendrá ningún reparo en abandonar dicha marca para siempre. Además, detesta hablar por teléfono.

Durante la pandemia fueron muchas las personas que perdieron poder adquisitivo limitando su consumo de manera drástica. Esta problemática no se solucionó con el fin del estado de excepción, por el contrario, y debido a muchos factores que ahora no vienen al caso, la sociedad en general es ahora más pobre que antes de la pandemia.

El resultado es que más allá de su edad o condición, una gran parte de la población, debido en parte a la necesidad y en parte a la adopción tecnológica, ha adoptado hábitos de consumo propios de la Generación Z.

Unas personas cuya próxima exigencia va a ser relacionarse con sus marcas de la misma forma y a través de los mismos canales que utiliza en su cotidianidad. Es decir, sin importar el día, la hora o el canal. Consumidores del siglo XXI.

Este es bajo mi punto de vista uno de los grandes retos a los que se enfrentan las empresas que quieran conectar con este segmento de mercado. Omnicanalidad, o lo que es lo mismo, dar a cada cliente la respuesta idónea, en el momento preciso y a través del canal adecuado.

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