Unas 200 personas han participado en la jornada de puertas abiertas

Asistentes a la jornada de puertas abiertas para conocer las nuevas instalaciones de Cáritas Diocesana de Jaca. EL PIRINEO ARAGONÉS
Cáritas Diocesana de Jaca ha celebrado una jornada de puertas abiertas para dar a conocer las instalaciones de la nueva sede ubicada en la calle del Coso, en una parte del edificio que ocupaba el antiguo colegio de Santa Ana. “Es una emoción tremenda para todo el equipo”, ha reconocido el director de Cáritas, Marcos Lera, porque supone culminar la primera fase de un proyecto ambicioso y al que todavía le queda mucho recorrido hasta que pueda ser completado. “Hemos vivido momentos muy duros”, porque “empezamos las obras justo cuando se declaró la pandemia y no sabíamos qué iba a pasar; pero ahora ya estamos más centrados”, ha señalado.
Las oficinas de Cáritas se trasladaron al nuevo edificio en mayo, pero fue en julio cuando empezaron a funcionar a pleno rendimiento. Con la recepción de la primera fase de las obras, a finales de agosto, se ha organizado este viernes una jornada de puertas abiertas para que los voluntarios, socios de Cáritas y la ciudadanía en general hayan podido ver las amplias y modernas dependencias. Los actos han sido presididos por el obispo de la diócesis, Julián Ruiz, y han comenzado con un acto religioso en la parroquia de Santiago, donde se ha bendecido el Santísimo Sacramento que posteriormente se ha traslado y depositado en el sagrario de la cripta de las nuevas instalaciones. Ha sido una ceremonia para simbolizar que “Cristo es la piedra angular que sujeta los cimientos de una organización como la nuestra”, ha indicado Marcos Lera.
Acto religioso en la cripta. EL PIRINEO ARAGONÉS
Posteriormente, los asistentes –unas 200 personas– han recorrido, en grupos de 20, los espacios interiores del edificio.
En la planta baja, a pie de calle, se encuentran la entrada principal y la sala de acogida, la despensa y el ropero. Disponen de accesos independientes, de manera que los voluntarios cuentan con más autonomía en la organización de su trabajo, mientras que los usuarios que requieren de los servicios de ayuda gozan de una mayor discreción.
En la primera planta están los despachos de las trabajadoras sociales, además de las salas comunes, el salón de actos y las aulas en las que se imparten los talleres y cursillos.
La segunda fase contempla la puesta en marcha del centro de día, que tendrá una entrada independiente desde la calle. La idea es que esté operativo a mediados de 2023, ha indicado Marcos Lera. “Nos gustaría recibir la obra a finales de este año o principios del que viene, pero luego habrá que contratar personal y tener los permisos de la DGA”, ha precisado.
El centro de día pretende ser un pequeño espacio comunitario para que las personas mayores puedan seguir viviendo en su entorno de una manera digna y acompañadas, teniendo cubiertos unos servicios básicos y ofreciéndoles actividades. A medio plazo, se prevé disponer de cocina, duchas, fisioterapia, peluquería, podología y otros que puedan ser demandados por los usuarios. La capacidad máxima será de 24 plazas, aunque si se habilitan dos turnos (mañana y tarde), podrían beneficiarse hasta un total de 48 personas.
La tercera fase del edificio todavía no tiene fecha de ejecución. Afectará a las plantas segunda y tercera, que se destinarán a apartamentos tutelados, un área residencial, con unas 27 unidades, donde las personas mayores o que vivan solas tengan plena autonomía e independencia mientras puedan valerse por sí mismas, a la vez que disfrutan de una serie de servicios comunes en un edificio accesible y en pleno casco histórico.
Lera ha subrayado la importancia que tiene para Jaca poder contar con un edificio como este en pleno centro de la ciudad. Es un inmueble “muy grande” que “se ha recuperado para darle un uso público” y donde se pueden organizar y desarrollar “numerosas actividades”, ha precisado.
El personal de Cáritas acompañando a los visitantes por el interior del edificio. EL PIRINEO ARAGONÉS
Para los seis trabajadores de Cáritas y los voluntarios supone también una mejora en sus condiciones laborales al contar con oficinas independientes, más espaciosas y accesibles, y mejor iluminadas y ventiladas.
El director de Cáritas ha recordado que las obras de la nueva sede han sido financiadas con recursos propios y avaladas por el Obispado de Jaca. “No se ha recibido ninguna ayuda pública”, ha aclarado, a pesar del desfase económico que ha supuesto tener que adaptar el edificio a la normativa urbanística que se aplica a los inmuebles que se rehabilitan en el casco histórico. “La normativa hay que cumplirla, pero creemos que habría que mejorar de alguna manera la política de ayudas para financiar estos proyectos”, ha asegurado.