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El grupo de cooperación está formado por siete entidades, entre ellas ADECUARA

Cortafuegos donde es evidente la erosión del terreno por la falta de mantenimiento. ARCHIVO EL PIRINEO ARAGONÉS

Un grupo de cooperación, formado por siete entidades aragonesas, ha impulsado un proyecto de mantenimiento de cortafuegos mediante la siembra de especies herbáceas adaptadas y el pastoreo de la ganadería extensiva. El objetivo es “dar un giro” al modelo de gestión actual para la conservación de zonas e infraestructuras de prevención de incendios, fomentando el desarrollo sostenible, el medioambiente y la biodiversidad, además de ser una herramienta que genere riqueza a la población local y ponga freno a la despoblación y el envejecimiento del medio rural.

El grupo de cooperación está liderado por las entidades beneficiarias Campos Rey Trabajos Forestales, S.L. y Grupo Pastores-Oviaragón, S.C.L.; y otras cinco no beneficiarias: Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), Asociación para el Desarrollo y Fomento de las Cinco Villas (ADEFO), Asociación para el Desarrollo Rural Comarcal de la Hoya de Huesca (ADESHO), Asociación para el Desarrollo Integral de la Cuna de Aragón (ADECUARA) y CIRCE-Centro Tecnológico, que actúa como coordinador del proyecto.

Las actuaciones que se contemplan en esta acción van dirigidas a mantener los ecosistemas y a aumentar la biodiversidad mediante la implantación de pastizales. Se trata de contribuir a la permanencia y la calidad de los hábitats naturales, la reducción del riesgo de incendios, el aminoramiento de la propagación de patologías fúngicas y la eliminación de emisiones contaminantes asociadas a la quema y los trabajos de desbroce. Estos ecosistemas actuarán como sumideros de carbono ayudando a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera y a mejorar la calidad del suelo ya que disminuirá su tendencia a la erosión debido al aporte de materia orgánica.

El proyecto, concedido por el Gobierno de Aragón, comenzó su implantación el pasado mes de julio y se extenderá hasta 2025. Los promotores esperan que tenga “un impacto ambiental, social y económico positivo y que genere un precedente para su réplica en otras áreas de Aragón”. Para ello, se han elegido tres zonas de la comunidad, dentro de las provincias de Huesca y Zaragoza, con distintas tipologías de terreno y altitudes para que el modelo que se implante pueda reproducirse mejor. Es un proyecto práctico e incluye varias acciones demostrativas como el tratamiento y la preparación de los terrenos de cortafuegos; el laboreo y la siembra de especies herbáceas seleccionadas y adaptadas, y el pastorero como forma de conservar los espacios destinados a cortafuegos.

El ámbito sobre el que se pretende actuar se centra en una serie de problemáticas que afectan a la comunidad autónoma y que se han puesto de manifiesto este verano con la proliferación de incendios forestales, como el incremento de los costes de mantenimiento de las zonas de prevención de incendios, que unido a la proliferación de matorral de manera incontrolada, está suponiendo una acumulación de biomasa en esas zonas, generando un efecto contrario a su función de cortafuegos, y un mayor riesgo de incendio.

También se quiere promover un vínculo más estrecho entre la ganadería extensiva, una actividad en recesión, y el sector forestal para garantizar el mantenimiento de las superficies tratadas. De hecho, la disminución de las zonas de pastoreo extensivo por la proliferación de matorrales complica todavía más la viabilidad de este tipo de explotaciones ganaderas, advierten los impulsores del proyecto.

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