50 AÑOS
Septiembre 1972
Incendio del pabellón de la cocina de la Escuela Militar de Montaña en septiembre de 1972.FOTO BARRIO/EL PIRINEO ARAGONÉS
Aunque las pérdidas materiales son cuantiosas, no ha habido que lamentar desgracias personales. En la tarde del miércoles y sobre las 5’30 horas, se declaró un violento incendio en uno de los pabellones de las instalaciones de la Escuela Militar de Montaña de Jaca, comenzando por apreciarse la salida de humo bajo el tejado, donde se ubican las cocinas, y aunque se ignoran las causas del siniestro existe la posibilidad de que tuviera su origen en unas obras que se estaban realizando en las cocinas de dicha Escuela Militar.
Este pabellón comprendía entre sus diversas dependencias, además de las cocinas, el comedor de la tropa capaz para unos 800 soldados, el Hogar del Soldado, el salón de cine y la imprenta. El fuego se propagó rápidamente a todo el tejado del amplio pabellón, a través de la recha donde se sujetaban las tejas de pizarra y de los cañizos de los cielos rasos, semejando en pocos minutos un inmenso brasero, por lo que solamente pudo atenderse a la localización del siniestro a fin de que no se propagase a otros pabellones, lo que se consiguió con el esfuerzo de todos, registrándose actos verdaderamente ejemplares.
Además de los servicios contra incendios de la Escuela Militar de Montaña; de los soldados con sus jefes, oficiales y suboficiales, prestaron su valiosa colaboración los servicios de bomberos del Ayuntamiento de Jaca y los de la Sección de Forestales ubicados en nuestra ciudad, desplazándose asimismo los servicios contra incendios del Ayuntamiento de Sabiñánigo y de las Fábricas de Energía e Industrias, y de Aluminio de Galicia de aquella industriosa localidad, llegando sobre las 10 de la noche un equipo de bomberos de Huesca, que afortunadamente ya no hubo de intervenir. Sobre las 12 de la noche quedó totalmente localizado el siniestro. No hubo que lamentar tampoco desgracia personal alguna a no ser la herida leve de un soldado.
La ejemplaridad de todos y el hecho fortuito de que no reinase viento evitó que el incendio se convirtiera en una verdadera catástrofe, no obstante lo cual las pérdidas son cuantiosas.