Las pinturas de la Sala Capitular del Real Monasterio de Sigena fueron el hilo conductor del duodécimo Taller de Pintura al Fresco, organizado por la Asociación Sancho Ramírez y el Museo Diocesano y dirigido por los profesores y expertos en esta técnica pictórica medieval Juan Manuel Bote y Pilar Cano, de la empresa oscense Artesa.
Fue un fin de semana intenso, que comenzó el viernes con la conferencia Descubriendo Sigena, que impartió Juan Naya, astrofísico nacido en Villanueva de Sigena, que desde hace unos años trabaja en la recuperación y reconstrucción de los motivos decorativos que ilustraron la Sala Capitular del monasterio monegrino, incendiado y saqueado durante la guerra civil española, en 1936.
El taller, que reunió a una treintena de alumnos procedentes de diversas comunidades autónomas, se desarrolló en el Centro Cultural La Paz, durante la jornada del sábado y la mañana del domingo, concluyendo con la entrega de certificados en un acto que tuvo lugar en el Museo Diocesano.
El curso era de nivel de iniciación y cada alumno se enfrentó al reto de reproducir uno de los cuatro modelos de dragón que fueron seleccionados del bestiario de la Sala Capitular en un formato de 40 x 80 cm, utilizando los pigmentos, colores y técnicas de la pintura al fresco.
“El taller ha resultado más difícil de lo que preveíamos en un principio”, reconoció el responsable de la actividad, Isidoro Raigón, miembro de la Asociación Sancho Ramírez.