50 AÑOS
Agosto 1972
Antonio Baciero en la fotografía que acompañó a la noticia publicada en 1972. ARCHIVO/EL PIRINEO ARAGONÉS
Una vez más, el Casino de Jaca ha ofrecido a la ciudad un acontecimiento artístico de la máxima altura. En esta ocasión, ha sido la relación del primer ciclo de Grandes Intérpretes Españoles. En él han intervenido, en dos conciertos celebrados los días 17 y 18 de agosto, el gran pianista navarro Antonio Baciero, viejo amigo de Jaca.
Al referirse a este extraordinario concertista, musicólogos tan eminentes como don Antonio Fernández Cid, y Monseñor Federico Sopeña, dicen de él respectivamente: “Es un gran concertista que sirve a la música, y le presta la verdad de su técnica primorosa”. “Es el gran artista español de nuestro tiempo”.
La sala de conciertos del Casino de Jaca presentaba el magnífico y luminoso aspecto a que nos tiene acostumbrados, y totalmente llena de público en los dos recitales. El primer programa estaba dedicado íntegramente a Bach, y el segundo a música antigua de teclado español, música romántica, cerrando este último con la Fantasía Bética, de Falla, en una memorable interpretación. A Antonio Baciero, no sólo hay que considerarlo como el mejor especialista europeo de Bach, sino que además está llevando a cabo una gran labor de investigación y recopilación, haciendo resurgir la bella música española de los siglos XVI al XVIII. Precisamente una de las obras del segundo programa, Sonata en Sol Mayor, de autor anónimo español, está reconstruida por el propio Baciero.
El éxito alcanzado por Antonio Baciero, en este primer ciclo de Grandes Concertistas Españoles, es inenarrable. Posee un color, una dicción y una técnica de asombro, unido todo ello a una sensibilidad única. El sonido brota de sus manos, puro, limpio y cristalino. En las notas tenues, tiene el poder casi mágico de dejarlas colgadas en el aire, imperceptible, pero presentes, casi visibles. A todas las fabulosas dotes de gran pianista, hay que añadir su poderosa personalidad. En sus inolvidables interpretaciones, consigue establecer un puente de unión, entre artista y oyente, de compenetración y religiosa atención, de tal manera, que hasta los silencios se oyen.
A nuestra ciudad le cabe el honor y el orgullo, de su primer concierto público. Hace unos 16 años que el gran artista navarro Antonio Baciero lo dio, perfilándose claramente ya, la gran figura de la pianística española que hoy es, cuyo nombre se ve en la actualidad, en las mejores salas de conciertos del mundo.