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Las actuaciones más relevantes tuvieron lugar en Gistaín, el glaciar del Aneto, los Mallos de Riglos y Panticosa

Un equipo de rescate atiende a la mujer que se precipitó por una ladera en la cresta entre el Pico de la Pez y el Pic de l’Abeille, en Gistáin. GUARDIA CIVIL

Los equipos de rescate en montaña de la Guardia Civil realizaron durante este fin de semana diez intervenciones en distintos puntos del Pirineo aragonés y de la provincia de Huesca. Destacar la operación que tuvo lugar el sábado, 20 de agosto, en Gistaín, para auxiliar a una mujer de Barcelona, de 51 años de edad, que sufrió una caída de unos 100 m cuando se encontraba en la cresta que une los picos de la Pez y de l’Abeille. La montañera sufrió un politraumatismo, con heridas abiertas y pérdida de movilidad y sensibilidad, por lo que tuvo que ser evacuada en el helicóptero medicalizado del 112-SOS Aragón hasta el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.

Para acceder hasta la accidentada, y trasladarla a la helisuperficie de Benasque, el GREIM de Boltaña habilitó un ciclo de grúa en una zona complicada para el rescate. La causa de la caída, según indica la Guardia Civil, fue el desprendimiento de un agarre natural de roca que hizo que la montañera se precipitara por un terreno “descompuesto y abrupto”.

Previamente, el GREIM y el helicóptero con base en Benasque tuvo que socorrer a dos montañeros que se habían cáido por la ladera del glaciar del Aneto y tenían lesiones en la cara y un brazo. Se trata de dos ciudadanos franceses de 25 y 26 años que fueron atendidos por el médico a su llegada a la helisuperficie de Benasque.

También el sábado, pero por la tarde, la Guardia Civil auxilió a dos escaladores que no podían continuar el descenso del Mallo del Puro, en Riglos, al engancharse las cuerdas en la roca.

Para acometer esta operación, cuyo desarrollo puede verse en el video facilitado por la Guardia Civil, los especialistas tuvieron que realizar un apoyo parcial del patín del helicóptero en la escueta cima del mallo. Desde ahí, procedieron a la retirada de las cuerdas que estaban enganchadas, permitiendo de esta forma que los escaladores, tres vecinos de Navarra de 34, 36 y 37 años, siguieran realizando el descenso, ya que se encontraban ilesos y en perfectas condiciones para continuar por sus propios medios.

El último aviso de los registrados el sábado tuvo lugar en la Brecha de Latour, donde una persona profería gritos de auxilio desde la Torre de Costerillou. Hasta el lugar se dirigieron el GREIM de Panticosa, el helicóptero de la Guardia Civil con base en Huesca y un médico del 061. Dada la proximidad del ocaso y que la zona donde se produjo el aviso se halla a más de 3.000 m de altitud, los especialistas completaron un rápido descenso hasta el punto referido, donde encontraron a dos escaladores que habían sufrido un accidente al tratar de llegar a la cima de la Torre. Ambos permanecían asegurados con una cuerda a una punta de roca, en una repisa de 50 cm de ancho y 1,20 m de largo.

Uno de los componentes de la cordada, el que iba primero en la ascensión, se había caído y golpeado en la cabeza contra la pared, perdiendo la consciencia y luxándose un dedo de la mano derecha, aparte de sufrir quemaduras en la misma extremidad, provocadas por la cuerda. Su compañera, al intentar frenar la caída, se había golpeado también contra la roca, sufriendo una contusión en el hombro derecho.

Para su rescate y posterior evacuación hasta la helisuperficie de Panticosa, fue preciso realizar varios ciclos de grúa. Los accidentados, dos navarros, un hombre de 42 años, que presentaba traumatismo craneal y la luxación de un dedo, y una mujer, de 26, a la que se le diagnosticó una posible luxación de hombro, fueron trasladados hasta el Hospital de Jaca, donde fueron atendidos por el personal facultativo.

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