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El programa interpretado por Concerto 1700 en la iglesia parroquial de Villanúa fue muy aplaudido por el público asistente. FICS

Concerto 1700 celebró un precioso recital la noche del viernes en la iglesia parroquial de Villanúa. El aplaudido programa por el público que llenó el bonito espacio se fundamentó en la recuperación del patrimonio musical español del siglo XVIII. En Divertimenti, tocaron con instrumentos originales una selección de música de cámara compuesta en el Madrid de entonces.

Concerto 1700 interpretó obras de Haydn, Boccherini y Brunetti, este último, centro del programa y protagonista del disco que dio nombre al concierto. Sus divertimenti, compuestos para violín, viola y violonchelo muestran una clara influencia formal de Haydn, así como inspiración a la hora de tratar motivos y frases que recuerdan a su contemporáneo Boccherini. En palabras de Daniel Pinteño, director de Concerto 1700 y violinista especializado en interpretación históricamente informada, “este repertorio pone en el mapa musical a la España del siglo XVIII abandonando la imagen de una sociedad periférica y desenganchada de las nuevas corrientes musicales que recorrían Europa”. Dos grandes Isabel Juárez, viola, y Ester Domingo, violonchelo, completaron con Pinteño el gran team de la velada musical, programada en esta edición del Festival Internacional en el Camino de Santiago, organizado por la Diputación Provincial de Huesca.

Así, el respetable de Villanúa disfrutó de obras del periodo clásico o galante que beben de los grandes compositores de su tiempo, “y que nada tienen que envidiar a la que se componían en Francia o Austria”. Para Pinteño, “una de las cosas que más valora el público en cada uno de nuestros directos es la pasión y cariño con el que afrontamos cada pieza. Amamos nuestro trabajo y llevamos esta labor de recuperación y difusión de nuestro patrimonio musical con seriedad y rigor”, un grupo de cámara que se conoce muy bien y que genera un diálogo musical, conversatorio con cada uno de los instrumentistas, que claramente contagió al público en ritmo y entusiasmo.

Daniel Pínteño (violín), Isabel Juárez (viola) y Ester Domingo (violonchelo) componen el grupo de cámara Concerto 1700. FICS

Para Concerto 1700, la pandemia fue un momento que, además de incierto, supuso un parón necesario para redoblar su apuesta musical. “Dedicamos mucho tiempo a planear los dos lanzamientos discográficos que se grabaron en el verano de 2020 y que resultaron ser un éxito de crítica en toda Europa. El primero, nuestro disco titulado Antonio Literes: Sacred Cantatas for alto junto al contratenor Carlos Mena, y el segundo, Divertimenti, el escuchado en el Festival. Todas las crisis han supuesto una reconfiguración del artista. Muchas veces la soledad, la incertidumbre y el aislamiento nos permiten replantearnos nuestra labor como músicos. El enemigo invisible hace también una interesante alusión al que vive dentro de todos nosotros, y que nos atemoriza, pero a la vez nos permite afrontar nuevos retos”, remarca Pinteño.

Concerto 1700 nunca para de preparar nuevos programas y grabaciones: “Tenemos mucho repertorio aún que descubrir al gran público, así que el trabajo por hacer es inmenso. Para llevar a cabo estos proyectos necesitamos, por un lado, de la apuesta valiente de las administraciones y programadores para agendar autores que a primera vista quizá no son tan conocidos para el gran público y, por otro lado, ayudas para seguir realizando grabaciones de estos repertorios, ya que es la única manera de internacionalizar de manera rápida, efectiva y duradera nuestro patrimonio musical”.

Durante la próxima temporada, Concerto 1700compartirá su patrimonio musical en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, el Palau de Les Arts de Valencia, el Auditorio Ciudad de León, el Auditorio de Oviedo, el Espacio Turina de Sevilla, el Auditorio Fonseca de Salamanca, y también visitarán Londres con un programa centrado en la música de cámara española del siglo XVIII.

Para el grupo de cámara, la música antigua en España atraviesa un momento dorado. “Por un lado —destaca Pinteño—, tenemos a los pioneros o las generaciones anteriores a la mía en activo, y que siguen siendo una referencia absoluta para todos nosotros, mientras que, por otro, vemos cómo se van conformando nuevos grupos, que traen frescura y un enfoque diferente al sector de la música antigua. Todos juntos conforman un ecosistema artístico enriquecedor. Por nuestra parte nuestros retos a corto plazo están centrados en el ámbito discográfico con el lanzamiento de otro disco de música de cámara realmente bello, que esperamos lanzar en otoño, así como la materialización de otra grabación que esperamos que vea la luz en 2023”.

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