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El cadáver se encontraba, junto a sus efectos personales, en una zona de difícil acceso del pico Balaitús

Lugar donde se encontró el cadáver de la mujer. GUARDIA CIVIL

La Guardia Civil y la Gendarmería Nacional Francesa localizaron el pasado lunes, 15 de agosto, el cuerpo sin vida de la montañera francesa que desapareció en octubre de 2021 cuando trataba de ascender al pico Balaitús, en el término municipal de Sallent de Gállego. A falta de conocer el resultado de las pruebas de ADN practicadas al cadáver, “todo apunta” a que se trata de la mujer desaparecida, una vecina de Burdeos de 50 años de edad, según ha informado la Guardia Civil en una nota de prensa.

La familia alertó de su desaparición a las autoridades francesas el 24 de octubre del pasado año y desde entonces no tenía noticias de ella, desconociendo su paradero o si había sufrido un percance, como finalmente se ha confirmado.

El 1 de noviembre, la Gendarmería francesa solicitó la colaboración del GREIM de Panticosa y de la Unidad Aérea de Huesca para localizar a la mujer, que había manifestado su intención de realizar una ruta desde la vertiente francesa hacia el macizo del Balaitús, en la parte española de la cordillera pirenaica. Durante aquellos días se realizaron varias búsquedas, pero tuvieron que suspenderse debido a la nieve y a las complicadas condiciones meteorológicas, resultando todas ellas infructuosas.

Los guardias civiles del GREIM de Panticosa “no cesaron en la búsqueda de esta persona y siguieron inspeccionando por las inmediaciones de la Gran Diagonal”, en el propio macizo del Balaitús, cuando las condiciones meteorológicas eran favorables y la nieve había desaparecido. En julio, se recibió una nueva solicitud de colaboración por parte de la Gendarmería Nacional Francesa, después de que un guía francés que ascendía hacia la Cresta de Palas localizara un objeto, que finalmente resultó ser un cordaje de montaña.

Fue el 14 de agosto cuando un montañero dio aviso a las autoridades francesas de que había encontrado una prenda en las inmediaciones del pico y que, cotejándola con la descripción facilitada por los familiares de la montañera, podría pertenecer a la mujer desaparecida. Solicitada de nuevo la colaboración de la Guardia Civil, por parte de la dotación de la Gendarmería del puesto de Pierrefitte-Nestalas, el lunes 15 se organizó un dispositivo conjunto de búsqueda por debajo de la Gran Diagonal, hacia el glaciar de las Fondiellas. Tras varias horas recorriendo el terreno, un especialista del GREIM de Panticosa divisó con sus prismáticos un bulto de color azul que se encontraba “en una ruta no transitada habitualmente por personas y de muy difícil acceso”. El agente y un gendarme descendieron hasta el lugar, localizando, finalmente, una mochila y, junto a ella, los restos del cuerpo sin vida y enseres personales de la mujer, explica la Guardia Civil.

Recibida la autorización del Juzgado de Instrucción de guardia de Jaca, se procedió al levantamiento del cadáver por parte del personal del GREIM de Panticosa, para su traslado, con apoyo de la Gendarmería, hasta un lugar accesible desde el que poder evacuarlo en helicóptero al acuartelamiento de Panticosa y, desde allí, al depósito de cadáveres de Jaca donde se le practicó la autopsia y se tomaron muestras de ADN para certificar su identidad.

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