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Música Ficta y su concierto sobre la música del Nuevo Mundo en la iglesia de Santa María de Santa Cruz de la Serós. FICS

La noche del pasado martes, la iglesia de Santa María de Santa Cruz de la Serós acogió un precioso y aplaudido concierto de Musica Ficta, formación experta en la interpretación de polifonía del Renacimiento y el Barroco, con especial atención a la música española del siglo XVI. El principal objetivo de la velada: recuperar el patrimonio musical de la América virreinal, una música todavía muy desconocida, pero de una estimulante belleza, como así se pudo disfrutar en el antiguo monasterio de Santa Cruz de la Serós, dentro del Festival Internacional en el Camino de Santiago, organizado por la Diputación Provincial de Huesca (DPH).

Columbus. La Puerta del Nuevo Mundo es un programa que Musica Ficta lleva haciendo desde hace muchos años, “lo hemos llevado por España como por América. En Aragón será la primera vez”, destaca Raúl Mallavibarrena, director y fundador del proyecto en 1992, considerado uno de los más destacados renovadores de la música antigua de nuestro país, habiendo realizado giras y conciertos por más de una veintena de países de todo el mundo.

Aunque los autores son todavía muy desconocidos por el gran público europeo, la música entró por los sentidos y el ánimo, así como “la frescura y el carácter de fusión de lo europeo con los ritmos y los idiomas americanos precolombinos, como el Nahuatl o el Quechua, incluso las obras en castellano tienen elementos claramente singulares, propios de aquellas capillas”. Todo contemplado dentro de un repertorio tan ameno como didáctico y atractivo, con las mismas intenciones para el asombro de cómo fue pensado y concebido.

Detalle de uno de los instrumentos utilizados en el concierto por los músicos. FICS

En el recital, se recordó el comienzo de la película La misión, de Roland Joffé, el viaje interior de un misionero por las cataratas del Iguazú portando un cuadro de la Virgen María y un oboe, que tocará y convocará para el encuentro, con sorpresa y seducción, a los guaraníes de la selva, que bajarán sus arcos y flechas. Porque cuando no funciona el idioma por choques culturales, la música será lo universal. Y así, la virreinal se utilizó para evangelizar a los indios e indias, siendo la gran herramienta protagonista para la catequesis y la convivencia, enriqueciéndose además de los ritmos de las distintas poblaciones indígenas, repertorios de fusión con el idioma de ambos, dando como resultado todo un sorprendente mestizaje musical, único e irrepetible.

En un aplaudido y festivo directo, Anaïs Oliveras (soprano), Laia Cortés (mezzo), Íñigo Casalí (tenor), Ramiro Morales (guitarra barroca y tiorba) y el propio Mallavibarrena (percusión), consiguieron una perfecta arquitectura sonora para el recuerdo, más allá de los ecos de la representación de Ennio Morricone para La misión con corales litúrgicas, tambores nativos y guitarras españolas. “Tratamos de hacer los conciertos que nos gustaría escuchar, la cercanía y la naturalidad son elementos esenciales en nuestra manera de ver la música del pasado”, subraya su director.

En esta edición, el Festival pone de relieve el enemigo invisible como epígrafe común a distintas propuestas musicales salpicadas por pandemias. “Creo que la música, en la medida que pertenece al sector del ocio y la cultura, ha sufrido de manera especial los efectos económicos de la crisis derivada de la pandemia. Pero al mismo tiempo, ha enseñado a la sociedad la importancia que puede tener a la hora de unirnos y aportar felicidad allí donde hay vacío y desesperanza”, apunta.

El curso actual ha permitido a Musica Ficta recuperar proyectos internacionales, con doble presentación en Alemania incluida, y también otros nacionales. Al tener que mantener abiertas fechas para grupos que sufrieron cancelaciones, “las agendas de algunos promotores que habían quedado bloqueadas comienzan a estar liberadas de esos compromisos”. Siempre buscando ideas y proyectos nuevos “con los que descubrir y traer a la actualidad las músicas más antiguas y olvidadas”. Para Musica Ficta, la ilusión sigue siendo la palabra clave.

“El reto siempre debe ser hacer llegar al mayor número de oyentes la música que emocionó a las personas que vivieron hace siglos. El carácter universal y atemporal de este repertorio. Y cada día hay más y mejores grupos en este sector, y eso es siempre esperanzador”, remata Raúl Mallavibarrena.

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