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MONTAÑISMO

La expedición, que partió el domingo, lleva el nombre del fallecido comandante Fernando Yarto, que fue coordinador del grupo durante una década

Los expedicionarios del GMAM que tratarán de ascender al pico Humbroq. GMAM

El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM), con sede en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca, partió el domingo al Karakorum pakistaní para acometer la ascensión al pico Humbroq (Cigarette Peak / Honboro Kangri), una montaña de más de 6.000 m de altitud que no ha sido escalada y que requiere de cierta complejidad técnica, “un pico difícil y poco asequible”, según explican los componentes de esta expedición que lleva el nombre del comandante Fernando Yarto, fallecido hace algo más de dos años en acto de servicio y jefe del departamento de montaña y coordinador del GMAM durante casi una década.

En los últimos años, el Grupo Militar de Alta Montaña ha hecho “un importante esfuerzo” en torno al Programa de Alta Especialización de Alpinismo (PAEA) con la finalidad de seleccionar a un equipo de militares que estuviera formado por antiguos componentes del grupo y personal de reciente incorporación, “con una formación adecuada y un nivel técnico e historial exigente”. Sobre esta base, y como colofón del programa, surgió la posibilidad de realizar esta expedición que se prolongará durante 34 días, de los que 20 serán para acometer la ascensión al pico Humbroq, una vez instalado el campo base.

“El plan de ataque dependerá en gran medida de la ruta finalmente elegida”, de las tres opciones principales que han planteado, cada una de ellas con sus características y dificultades propias, apuntan los miembros del GMAM. “En todas ellas será necesario asegurar, jalonar y equipar el franqueamiento del glaciar, un trabajo que será más o menos demandante”, precisan, para aclarar que en todos los casos se plantea el montaje de un campo I una vez franqueado ese punto y la instalación de un segundo campo al alcanzar algunos de los collados que han estudiado.

“En este plan se plantea el problema de la aclimatación antes de acometer la progresión por el glaciar, ya que será bastante lenta”, indican. Por ello, se ha estudiado la posibilidad de realizar alguna otra actividad desde el campo base” sin que los esfuerzos difieran mucho del objetivo marcado”. “Se considera que el número de componentes de la expedición es adecuado para poder llevar a cabo todo el trabajo del campo base hasta la cima de manera independiente”, y también será fundamental “mantener en todo momento abierta y jalonada la ruta para facilitar el descenso, buscando como objetivo principal la ascensión y exploración del pico asegurando el ascenso y descenso en detrimento de una vía de dificultad”, precisan.

La expedición está compuesta por 11 miembros del GMAM y un enfermero de la EMMOE: comandante Jorge Egea Sobreviela, brigada Adriano Martín Cofreces, subteniente Jesús Andrés González, cabo primero Francisco Borja Álvarez, teniente enfermero Álvaro Cantero Nieto, capitán Jesús Chicharro Antolín, capitán José Ramón García Larrosa, sargento primero José Guillermo Español Latorre, sargento Antonio Conesa Sánchez-Ocaña, cabo Miguel Plans Tena y soldado Álvaro Corrochano Díaz.

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