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El pintor, que sigue vinculado al Pirineo y sus gentes, expone nueva obra en Vancouver y White Rock (Canadá)

La huida (The escape). PEPE HIDALGO

No puede haber artistas sin musas, que es lo mismo que decir que no puede existir el arte sin la inspiración, sin que se dé ese punto de imaginación y creatividad que propicia que las ideas abstractas se transformen en construcciones y objetos bellos, en realidades tangibles para estimular nuestros sentidos. La inspiración es única, pero puede expresarse y canalizarse de distintas maneras, a través de la música, la literatura, el teatro, el cine, la escultura y la pintura, como es el caso de Pepe Hidalgo, artista formado en Madrid y que tras dos largos periodos vitales en los Países Bajos y Jaca, al abrigo de las montañas del Pirineo, se trasladó a Vancouver (Canadá), donde reside actualmente. La etapa jacetana fue un periodo que le marcó profundamente al coincidir con un momento –finales de los noventa y principios de siglo– de evolución artística y crecimiento personal. A pesar de su espíritu viajero y trotamundos, nunca ha soltado todas las amarras con la tierra que le acogió y que supo sentir como suya. Como él mismo dice, poder hablar de su nueva obra en las páginas de El Pirineo Aragonés “es mi forma de seguir relacionado con los Pirineos y sus gentes”.

Pepe Hidalgo en su estudio en Vancouver.

Seducido por las musas es el título de la exposición que Hidalgo inauguró la pasada semana en Vancouver y que posteriormente recalará en White Rock, ciudades de la Columbia Británica donde el artista está afincado. Con estas dos, son ya tres las exposiciones que ha realizado en lo que va de año, después de la que tuvo lugar en marzo, El ciclo de la vida, junto a Guo Yan, pintora chino-canadiense con la que colabora de forma asidua. Aquella muestra traspasó fronteras y tuvo una entusiasta acogida en China, con notoria presencia en periódicos, medios audiovisuales y redes sociales. Sin en ese caso, la idea original, el punto de partida, era la renovación de la vida en la naturaleza y sus ciclos, el leitmotiv de Seducido por las musas es radicalmente opuesto. La obra es nueva y poco tiene que ver con la serie pictórica anterior, donde primaba un trabajo reflexivo, de lenta asimilación, alejado de la inspiración automática y momentánea. Pero no todo es antagónico porque en ambas exposiciones coexisten elementos afines e inherentes a la manera que Hidalgo tiene de entender y plasmar el arte. Baste decir que sus obras poseen una estética inconfundible, basada en un lenguaje expresivo único pero reconocible a primera vista, rasgos que conforman un estilo propio, la aspiración de todo artista.

“Esta vez me he permitido el capricho de dejarme seducir por las musas, que me han llevado por lugares y caminos distintos e impredecibles. A priori, no parece una obra pensada, compacta, meticulosamente elaborada, pero han sido unos meses sin parar de trabajar en los que me he dejado llevar por la intuición, recreándome en lo que estaba haciendo, sin premisas, creando libremente, en el instante; en definitiva, me he dejado seducir por las musas, que es el nombre que he dado a esta exposición”, relata.

El método de trabajo de Pepe Hidalgo es pintar directamente sobre el lienzo, un proceso que en esta ocasión se hace todavía más plausible: de la inspiración al cuadro, partiendo de una paleta de colores “muy austera” a la que va añadiendo veladuras y esmaltes, a modo de capas, con las que consigue, además de una amplia variedad cromática, relieve, volumen y profundidad. Son obras que en apariencia pueden ser similares, pero que tienen rasgos y elementos propios que las hacen diferentes entre sí gracias a la predisposición natural que el artista tiene a la experimentación.

“La ventaja de esta exposición es que me he dejado llevar por el momento, no he tenido que documentarme e investigar, ni siquiera estar comprometido con el resultado, aunque al final siempre está”, comenta satisfecho.

“Los caminos de la pintura son infinitos, un oficio para el que necesitarías cien o más vidas para empezar a entenderlo y dominarlo, más en un momento como el actual, difícil de asimilar, en el que en el arte todo es aceptado. En mi caso, sigo intentándolo, uniendo el arte actual con el oficio pictórico tradicional y clásico, es decir, dejándome llevar por la libertad creativa, con profesionalidad y sin criticar a otros artistas y tendencias, sin meterme en lo que hagan o dejen de hacer. Esa es y ha sido siempre mi intención”, revela. “Como artista, sigo aprendiendo y aprendiendo con la intención de mejorar a nivel personal y social, a través del oficio que elegí desde mi adolescencia”, enfatiza.

La exposición Seducido por las musas consta de 25 cuadros con formatos de 80 x 60 cm y 122 x 92 cm y reúne temáticas tan variadas como sugerentes: El teatro, El genio, La luna lunera, Bosque encantado, Bruma, Descanso de lectura, Conversación sobre arte, Felicidad…, inspiradas por “las musas”. Otras emergen como un guiño de complicidad hacia artistas a los que admira (El perro de Goya rascando) o aventuras mitológicas y existenciales a las que siempre se ha sentido unido (Caballo de Troya, Maternidad, Regreso al espacio…).

En casi todas ellas está presente el cordón/cable que es común y consustancial a sus obras. “Es una guía que me lleva a terrenos desconocidos. Representa la evolución y los estilos cambiantes, un símbolo propio que me permite adoptar diferentes estilos y experimentar entre lo figurativo y lo abstracto. De hecho, he sido capaz de transformar mi estilo, pero he mantenido este cordón/cable como mi signo de identidad”, explicaba en el reportaje que El Pirineo Aragonés publicó el año pasado con motivo de una exposición retrospectiva que también tuvo lugar en Vancouver.

Pepe Hidalgo es consciente de que se encuentra en un buen momento de producción artística. “Mi hijo me dice que hay vida aparte de pintar, porque nada más terminar El ciclo de la vida comencé con esta otra exposición con la que no he parado desde enero”, indica. Y, además, este año ha sido seleccionado para dos premios de pintura y ha recibido el encargo de pintar un cuadro de grandes dimensiones sobre la Santísima Trinidad para una iglesia. “Aparte quiero seguir colaborando con Guo Yan; de hecho, ya estamos preparando la siguiente exposición”, con el objetivo de que pueda seguir los pasos de El ciclo de la vida y llegar hasta el continente asiático. Como anécdota relacionada con esa primera experiencia, cuenta que desde China no han hecho más que preguntarle por los personajes que aparecen en sus lienzos, buscando una correlación entre los sujetos y el mundo real. “Pero aunque les digo que todos mis personajes nada tienen que ver con la realidad, sino que son fruto de mi imaginación, no hacen más que preguntarme ‘¿quién es este?, ¿y este?’…”, como si las musas no existieran.

Pepe Hidalgo en su estudio en Vancouver, La luna lunera, El teatro, Improvisando, El genio, Bruma, Bosque encantado, Cruce de caminos, El pícnic, Juego de bolas, Boceto para la Trinidad, Descanso de lectura, Ensayo para la Trinidad, Naufragio, Maternidad I, Regreso al espacio, La huida, A dónde vas, Interacción, Maternidad II, Conversación sobre arte, Caballo de Troya, El encuentro, Mira para arriba, El perro de Goya y Felicidad. Obras que forman parte de la exposición Seducido por las musas.

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