Fran Ponce y Ana Betrán abrieron su restaurante en Jaca el día de Santa Orosia de 1992. “La santa nos dio su bendición y nos ha protegido todos estos años”, afirman los dueños de La Cadiera, que este sábado alcanza su 30.º aniversario, convertido en un espacio de cultura y compromiso con la tierra, que va mucho más allá de su apuesta por la gastronomía local y regional. El establecimiento –situado en el número 19 de la calle Domingo Miral– ha sabido acoger con hospitalidad a varias generaciones de jacetanos y visitantes, para los que es un referente de la cocina montañesa y casera, buscando el equilibrio basado en el respeto por el legado de los antepasados y su voluntad de renovación permanente. Toda la ilusión del mundo, una buena dosis de ingenio y mucho trabajo son las señas de identidad del local, que siempre tiene a punto unas migas, el ternasco o sus tostadas bautizadas con un gran número de nombres de los pueblos de la redolada.