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XIII edición del Premio a la Biodiversidad a la ganadería de ovino y caprino en Aragón 2022

Rebaño en pastoreo. ENRIQUE FANTOVA

Coincidiendo con la celebración anual por parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU) del Día Internacional de la Diversidad Biológica, Oviaragón y UPRA, del Grupo Pastores, quieren desde el mundo de la ganadería de ovino y caprino aragonesa aportar su semilla al reconocimiento de esta vital actividad para la biodiversidad de nuestros pueblos y montes.

Cada rebaño que se pierde en nuestra comunidad (y llevamos décadas de experiencia continuada en ello) hay un entorno que sufre, sufre despoblación, sufre abandono; en poco tiempo, un territorio vivo pasa a ser invisible a la actividad humana y pierde toda la relevancia económica, social y medioambiental que tenía con la presencia del rebaño.

En este 2022, el lema del Día Internacional de la Diversidad Biológica es “Construir un futuro compartido para toda la vida en la Tierra” y es en este escenario donde la presencia de los rebaños en el medio se erige como el primer valedor de ese territorio desde todos los puntos de vista imaginables.

Es el rebaño con su variedad, con sus razas, el vehículo que une a todos los ecosistemas que recorre (vegas de río, bosques, monterizas, puertos, campos de cultivo, barbechos…) posibilitando múltiples interacciones entre sus miembros (humanos, plantas, animales) y su entorno (agua, aire, suelo…).

Y dentro del rebaño es el pastor o la pastora, la persona, el conductor de este rio de diversidad biológica que va a contribuir a mantener vivo y en activo todo su entorno natural. En esta ocasión, este reconocimiento lo reciben tres rebaños de nuestra comunidad autónoma, de distintas zonas ganaderas.

Se les hace agradecimiento con accésit a la ganadería de los hermanos Bailo, de la localidad de Pinsoro, en pleno corazón de la comarca zaragozana de las Cinco Villas, una zona ganadera por excelencia donde Mariano y Rafael han ejercido y ejercen ya veteranos su profesión de pastores de una forma extraordinariamente profesional siendo un referente de buen cuidado y atención al rebaño en toda esta comarca. Sus 1.500 ovejas de Rasa Aragonesa dan fe de ello. Desde 1999 produciendo Ternasco de Aragón con la cooperativa Oviaragón y aprovechando rastrojos de verano e invierno, barbechos y eriales y montes de las Bardenas Reales.

Rafael, de los Hnos. Bailo, pastoreando. SE

Otro accésit lo recibe la joven ganadera Rebeca Peguero Alquézar, de Monforte de Moyuela, que con sus poco más de 80 habitantes en plena comarca del Jiloca, en la provincia de Teruel, representa a la juventud que queremos que continúe dando vida a nuestros pueblos. Con sus 430 ovejas de raza Ojinegra con la cooperativa y como productora del Ternasco de Aragón se quiere abrir camino y lo va a conseguir seguro en esta zona tan abrupta y difícil poniendo todo el empeño y la pasión que necesita este oficio, siendo un ejemplo para otros jóvenes que quieran perseguir este sueño.

Rebeca Peguero. SE

El Premio a la Biodiversidad de este año recae en Maximino Portaña Ramón, de Casa Portaña de Baraguás, localidad del municipio de Jaca donde sus poco más de 30 habitantes encuentran en esta actividad un oficio fundamental para darle sentido a sus propiedades y su territorio.

Maximino con sus 700 ovejas de Rasa Aragonesa, en la cooperativa Oviaragón desde hace más de 20 años, en Ternasco de Aragón, en UPRA, en la ADS, en el Consejo Rector de la Cooperativa Oviaragón, en el sindicato UAGA, innovando en todo su ámbito de trabajo: selección, cercados, gps, sira, ROA, gestión técnico económica, es un ejemplo de ganadero comprometido y de una ganadería tecnificada que pretende mejorar la calidad en su trabajo y poder compaginar la mejora en la productividad con el aprovechamiento tan importante de los puertos de verano de nuestro Pirineo: antes en Collarada y hoy en los llanos de Tortiellas y el entorno y el barranco de Estiviellas en Candanchú. Fruto de ello, el resultado más preciado es la continuidad de la ganadería por parte de su hijo Alejandro que lleva ya tiempo preparándose con pasión y vocación para ello.

Maximino Portaña con su rebaño. Al fondo Peña Oroel. SE

Vaya a través de ellos, y en su nombre, el reconocimiento más sincero por parte de los ganaderos del Grupo Pastores a los varios miles de rebaños que se encargan de mantener viva nuestra naturaleza. Sin no hay rebaños, no hay futuro. La sociedad debemos de quitarnos la careta de una vez, dejar de hablar de lo obvio y llevar al terreno hechos concretos que faciliten que nuestra ganadería extensiva sea el estímulo principal para la continuidad de nuestros pueblos.

Esto se consigue con una sociedad concienciada que ponga en valor y centre los recursos en las actividades que realmente contribuyen a mantener el tejido social en nuestro medio rural. De lo contrario la despoblación seguirá campando a sus anchas y nuestro medio natural pasará a ser un medio de divertimento ocasional para el mundo urbano como ya en grandes áreas y en muchos momentos lo es.

Firmado: ENRIQUE FANTOVA
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