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125 AÑOS

Mayo 1897

Cartel de época para fomentar la vacunación de la viruela en España. SE

La perniciosa extensión que hace bastante tiempo ha tomado la epidemia variolosa en casi todo Aragón, sin que podemos decir que nuestra montaña sea de las comarcas afortunadas que se han visto libres de su invasión, da especial oportunidad al siguiente artículo, que con el título de Consejos de las madres publica el Diario de Calatayud, y que creemos será leído con el interés que se merece, para que aquellas se convenzan de la gran convivencia que resulta a la salud en general de la vacunación y revacunación de sus hijos (…)

La viruela es hoy día una enfermedad que solo la padecen los pueblos incultos y sin civilizar, donde no ha llegado todavía la noticia de la vacunación y sus prodigiosos efectos. La vacunación debe hacerse obligatoria para todos.

Cuando los niños tienen un mes, ya se les puede vacunar, y debe hacerse cuando más pequeños mejor; primero porque ni lo sienten ni se dan cuenta de ello; y segundo, que casi todos los niños menores de un año, que son atacados de la viruela legítima, mueren. Conocemos familias que han perdido todos sus hijos por el abandono y la incuria de no haberles vacunado pronto.

El poder preservativo de la vacuna se pierde generalmente a los diez años; así es que cuando el niño cumple esa edad se le debe revacunar.

La vacuna es completamente inofensiva cuando se practica con todos los requisitos que aconseja la ciencia: debe de hacerse en cualquier época del año, lo mismo en el invierno que en el verano, en la primavera que en el otoño, pues es una creencia vulgar que no tiene razón de ser el elegir generalmente la primavera o el otoño.

La época en que la vacunación se impone como una necesidad ineludible, es cuando reina una epidemia de viruelas; entonces se vacunará y revacunará todo el mundo, que está demostrado por millares de observaciones que las epidemias de viruelas se detienen de golpe y desaparecen rápidamente cuando se vacunan y revacunan todos los individuos del punto infestado, lo mismo que cesa un incendio cuando se retiran todos los materiales que puedan entrar en combustión (…)

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